Negociaciones de última hora han comenzado a crear una bazuca financiera mucho más grande para presentar en la cumbre de la Unión Europea de esta semana, que podría incluir gestionar dos fondos de rescate separados y conseguir mayor apoyo para el FMI.
El sistema de rescate de tres frentes formaría parte de un elaborado paquete que los líderes de la UE esperan que convenza a los mercados financieros, sólo dos meses después de una cumbre similar que no logró convencer a los inversionistas de bonos de que Europa podría contener su vertiginosa crisis de deuda.
El sistema de rescate sería introducido junto a las propuestas por reescribir los tratados de la UE con reglas presupuestarias mucho más duras para la eurozona. De acuerdo a oficiales europeos de alto rango, los negociadores están considerando permitir que el actual fondo de rescate de 440.000 millones de euros continúe cuando el paquete de 500.000 millones de euros empiece a funcionar a mediados de 2012, casi duplicando el poder de fuego del sistema de rescate financiero del bloque.
La propuesta, que está siendo debatida por asesores previo a la reunión crucial de la eurozona de mañana, podría también incluir acelerar los pagos de efectivo hacia el nuevo fondo de 550.000 millones de euros, conocido como el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEE), para darle más peso y mejorar su solvencia en los ojos de las agencias calificadoras de crédito.
Los que respaldan las propuestas reconocen que son controvertidas y motivo de intensos debates por los oficiales que negocian el nuevo lenguaje del tratado de MEE.
Algunos países acreedores del norte son renuentes, pero los que respaldan las propuestas argumentan que permitir al MEE funcionar en paralelo al actual fondo de rescate fortalecería un blindaje financiero cuando sean combinados con nuevos fondos de la eurozona para que el FMI incremente su capacidad de ayuda a países en dificultades. Se suponía que el actual fondo de rescate, conocido como el Fondo de Estabilidad Financiera Europeo (FEFE), iba a desaparecer cuando el MEE entrara en vigencia.
Según los planes que se están considerando, es improbable que el MEE tenga los 500.000 millones de euros de entrada pero, apalancando el fondo actual, lo que elevaría sus recursos disponibles a alrededor de 600.000 millones de euros, y agregando nuevos recursos del FMI y el MEE, se crearía el llamado efecto bazuca que los líderes han estado buscando.
Crear un blindaje financiero creíble ha sido una demanda clave de Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, para incrementar la intervención del banco en los mercados de bonos de la eurozona.
Sin embargo, las cláusulas sobre acciones colectivas, que le darían a los gobiernos mayor control sobre los tenedores de bonos en casos de insolvencia, permanecerían de todos modos.
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