Tal como descontaban los mercados, la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos

le puso punto final al plan de estímulo

que contemplaba la compra de activos (QE3 por su sigla en inglés) con el objetivo de apuntalar a la economía estadounidense.

De esta forma, a partir de noviembre las adquisiciones de la Fed pasarán de u$s 15.000 millones a cero.

En un comunicado, el banco central estadounidense deslizó su optimismo sobre la marcha del mercado laboral.

Asimismo, dijo no esperar que la caída de los precios de la energía mantenga la inflación a la baja en el largo plazo.

Por otro lado, la entidad detalló explícitamente por primera vez que podría subir los tipos de interés, que en este encuentro se han mantenido sin cambios, tal y como esperaba el consenso, antes de lo que se prevé si la economía cree más rápido de lo estimado.

En cambio, un crecimiento lento de la economía, podría hacer retroceder los tiempos para este aumento.

Desde fines de 2012, la Fed compró 1,6 billones de dólares americanos en activos bajo su tercer programa de flexibilización cuatitativa (QE3), en un esfuerzo por apuntalar la economía estadounidense.

Al término de la reunión de dos días que realizó la FED en esta ocasión no hubo conferencia de prensa de su presidente, Janet Yellen, ni tampoco actualización de las previsiones económicas.