China anunció hoy cambios significativos en sus políticas sociales y económicas. Las modificaciones incluyen la relajación de su política del hijo única autorizando a más parejas a tener un segundo vástago, la abolición de los campos de “reeducación mediante el trabajo”, la ampliación de la entrada de capital privado en su sector bancario y la construcción de un sistema de seguridad social “más imparcial y sostenible” que aumente “gradualmente” la edad de jubilación, desveló hoy el Partido Comunista de China (PCCh) en un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua.

El régimen comunista además reducirá el número de crímenes punibles con la pena de muerte de manera paulatina, señaló un comunicado del PCCh, que recoge algunas decisiones tomadas en el plenario de sus líderes, celebrado entre el 9 y el 12 de noviembre pasados.

La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos criticaron durante décadas al Gobierno chino por la imposición de trabajos forzados (en muchas ocasiones sin sentencia judicial), el extendido uso de la pena de muerte (también en delitos no violentos) o los abusos en la política del hijo único (abortos y esterilizaciones forzosas).

En el caso de la abolición de los campos de trabajo (conocidos en China como ‘laogai‘) y la reducción de la pena de muerte, el documento del PCCh asegura que son pasos adelante para “mejorar la protección de los derechos humanos” y los sistemas de corrección, castigo y reinserción de delincuentes.

Además, el país “trabajará para prohibir la obtención de confesiones mediante la tortura y el abuso físico” y se pedirá a los tribunales que sean estrictos y no acepten evidencias obtenidas ilegalmente.

En lo que respecta a la ley del hijo único, iniciada a finales de los 70 para frenar la superpoblación de China, el Partido Comunista promete que el país relajará la política “autorizando a tener dos hijos” si uno de los cónyuges no tiene hermanos, lo que podría afectar a millones de parejas.

En todo caso el país mantendrá “la política básica de planificación familiar”, señala el comunicado, que también habla de ajustes graduales de la polémica ley del “hijo único”.

Bancos y jubilación

El Partido Comunista asegura que permitirá la creación de bancos “pequeños y medianos” de “capital privado cualificado”, si bien no especifica si esto incluye también capital extranjero, de momento sólo representado en China por entidades financieras grandes y bajo un alto coste de apertura de las sucursales.

Actualmente, todos los bancos que existen en China cuentan con una mayoría del capital de titularidad pública, sea directamente provisto por la administración (central, provincial, local) o bien a través de otras compañías estatales.
Además, exigirá a las grandes compañías estatales (SOE, siglas en inglés) que devuelvan el 30% de sus ingresos al Gobierno en 2020, el doble del máximo actual.

Hasta ahora, el porcentaje que estas compañías tienen que dar al Gobierno oscila entre el cero y el 15%. El dinero recaudado se empleará, añade la formación, para “mejorar la calidad de vida de la población”.
China, agrega, promocionará una “reforma pro mercado” en las SOE para romper los monopolios e introducir competencia.
Menciona, específicamente, “monopolios naturales” como el energético y el ferroviario, ambos salpicados por grandes escándalos de corrupción.

Asimismo, el capital privado podrá aportar dinero en proyectos de inversión de fondos del estado, y los empleados de empresas que tengan “multipropiedad” podrán comprar acciones de estas compañías.
El documento también contempla cambios en el sistema de seguridad social, como posponer de “forma progresiva” la edad de jubilación (actualmente, de 60 años en el caso de los hombres y de 55 en el de las mujeres), si bien no estipula un nuevo tope ni el periodo en el que debe ponerse en marcha la medida.

Según el texto, la gestión de las pensiones personales “será mejorada”, aunque no dice cómo, y se fortalecerá la red de ayuda para los niños que se quedan en las zonas rurales, normalmente atendidos por sus abuelos, tras la migración a las ciudades de sus progenitores en busca de trabajo.

FUENTE: Agencias Pekín