El precio del crudo del tipo de referencia West Texas Intermediate (WTI) retrocede en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), luego de que el ministro kuwaití del Petróleo, Sheikh Ahmad al-Abdullah al-Sabah, reconociera que la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) considera la posibilidad de aumentar la producción por primera vez en más de dos años.
El petróleo WTI cede u$s 0,92 o 0,87% respecto al cierre de ayer y se comercializa a u$s 104,52 el barril de 159 litros en el Nymex.
“Estamos en consultas sobre un potencial incremento en la producción pero todavía no lo decidimos”, remarcó Sheikh Ahmad al-Abdullah al-Sabah.
En Londres, el crudo del tipo Brent llegó a descender hasta u$s 2 por barril luego de las palabras del ministro kuwaití del Petróleo y ahora se cotiza por debajo de los u$s 113 por barril.
Según la agencia Reuters, un incremento oficial en la producción de la OPEP indicaría la determinación del grupo de contener los precios después de que las revueltas y los disturbios a través de Oriente Medio y el norte de Africa dispararon al petróleo a su mayor nivel en más de dos años y medio.
Los enfrentamientos en Libia recortaron la producción del país en alrededor de 1 millón de barriles de crudo por día (bpd), dos tercios del bombeo libio, y los consumidores buscan una respuesta de la OPEP.
El 24 de febrero pasado el crudo Brent alcanzó los u$s 119,79 por barril, su nivel máximo desde 2008, cuando tocó un récord histórico de u$s 147,50.
En tanto, Irán, que tiene actualmente la presidencia rotativa de la OPEP, dijo que no hay necesidad de incrementar la producción porque los temores de los consumidores por los suministros son mayormente “psicológicos”.
“No existe escasez en el mercado. No se necesita un mayor suministro de la OPEP”, dijo el gobernador iraní ante el grupo, Mohammad Ali Khatibi, destacando una diferencia de opiniones entre los países miembros.
La producción y las exportaciones de crudo de Libia disminuyeron en los últimos días, mientras que las terminales petroleras clave de Ras Lanuf y Brega, en el este del país, permanecen cerradas debido a la violencia en el área.