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La Iglesia Católica conmemora a la Virgen de Lourdes, con su primera aparición a Bernardette Soubirous en la Gruta de Massabielle, en 1858.

Más allá de sus apariciones, la devoción a la Virgen de Lourdes se ha difundido por su mensaje de esperanza y consuelo para todos los enfermos que buscan paz y salud a través de su intercesión.

Vida y legado de Bernadette Soubirous: fe y humildad en Lourdes

Santa Bernadette Soubirous nació el 7 de enero de 1844 en Lourdes, Francia, en una familia humilde y numerosa. Fue la mayor de cuatro hermanos que sobrevivieron, ya que la mayoría de sus catorce hermanos fallecieron en la infancia.

Desde pequeña, sufrió problemas de salud, como el asma, lo que la hizo frágil físicamente, pero fuerte en espíritu. A pesar de su educación limitada y su dificultad para memorizar textos, Bernadette era conocida por su humildad, bondad y profunda devoción.

Su vida cambió a los 14 años, cuando el 11 de febrero de 1858 tuvo su primera visión de la Virgen de Lourdes en la Gruta de Massabielle. Durante los meses siguientes, tuvo un total de 18 apariciones, en las que la Virgen le transmitió mensajes de oración, penitencia y la importancia de la conversión.

En 1933, Bernadette fue canonizada por el Papa Pío XI, convirtiéndose en un símbolo de fe, entrega y sencillez. Su legado perdura y su vida sigue siendo una fuente de inspiración para millones de fieles en todo el mundo.

¿Cuál es la oración más famosa de la Virgen de Lourdes por la salud?

La oración más conocida de la Virgen de Lourdes para solicitar salud a los enfermos es la siguiente:
"Oh siempre Virgen Inmaculada, madre de misericordia, salud para los enfermos, refugio de pecadores y consuelo para los afligidos, tú que conoces nuestros deseos, problemas y sufrimientos, digna de echar sobre nosotros una mirada de misericordia. Al aparecer en la Gruta de Lourdes, te complaciste en hacer de ella un santuario privilegiado desde donde dispensas tus favores y donde muchos han obtenido la cura para sus enfermedades, tanto espirituales como físicas. Acudimos, por tanto, con la más ilimitada confianza a implorar tu maternal intercesión. Consigue para nosotros, Oh Madre adorada, que nuestra petición sea concedida. Por medio del agradecimiento por tus favores, nos esforzaremos en imitar tus virtudes para así un día compartir tu gloria. Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros. Santa Bernardita, ruega por nosotros".