Uno de los momentos más tristes y que nadie quiere vivir es el de la ruptura con su pareja. Al enamorarnos, esperamos que ese amor dure para toda la vida, pero muchas veces no es así, y cuesta olvidarlo.
Sin embargo, un hallazgo científico da nuevas esperanzas a quienes aún hoy se enfrentan al intento de superar una ruptura amorosa.
Un grupo de investigadores analizó el comportamiento de unos roedores, conocidos por ser monogámicos, para entender la relación entre el amor y qué sucede en el cerebro al momento de la separación.
El estudio científico que más da pistas acerca de cómo se hace para superar una separación
Un estudio realizado a topillos de las praderas reveló interesantes detalles sobre cómo estos superan una ruptura amorosa y las posibles similitudes que puede tener con una separación amorosa entre humanos.
Investigadores de la Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, analizaron exhaustivamente la función que cumple la dopamina en el cerebro de estos pequeños roedores.
La investigación se centró en la liberación de la "hormona del placer", presente en estos animales que viven en algunas zonas de Canadá y Estados Unidos, después de un reencuentro con su pareja.
Este estudio fue posible al comprender cómo funciona el cerebro cuando los miembros de una pareja están juntos. Para ello, los científicos expusieron a los roedores al siguiente escenario:
- Un roedor tenía que accionar una palanca para llegar a su pareja o trepar una valla para alcanzarla.
- Un sensor de fibra óptima rastreaba una zona cerebral vinculada a la recompensa social y la motivación.
- Cuando el roedor empujaba la palanca o trepaba por la pared para estar con su pareja, el sensor se encendía, detectando niveles elevados de dopamina.
- Sin embargo, cuando había otro topillo que no era su pareja, este sensor atenuaba los registros de dopamina.
Los increíbles resultados que arrojó esta investigación científica
Según detalles del estudio publicado en la revista Current Biology, estos roedores monógamos tienen grandes similitudes con los humanos cuando están con su pareja y cuando se separan:
- Los topillos de las praderas experimentan una explosión del neurotransmisor de dopamina cuando están con su pareja.
- Sin embargo, el efecto de la dopamina disminuye con el tiempo y la distancia, es decir, cuando se separan de su pareja.
- A pesar de recordarla, después de un mes sin contacto, la necesidad del impulso de apareamiento con su expareja se reduce notoriamente.
Por tal motivo, la neurocientífica líder de la investigación, Zoe Donaldson, llegó a la conclusión de que, al igual que los ratones, los seres humanos pueden superar a sus exparejas con el tiempo, aunque el recuerdo siga presente en ellos.
Las similitudes entre los humanos y los rodeadores antes y después de una separación
Donaldson explicó que el fenómeno de estos roedores es similar a lo que sucedeen todas las relaciones entre humanos:
- Primero, está el enamoramiento.
- Luego de la fase inicial, se establece, por "contrato entre humanos", un amor más sereno y de mayor duración.
- En este "contrato", las nuevas parejas construyen su propia rutina.
- En la rutina, encuentran la principal fuente de motivación y apoyo.
- La dopamina juega el principal papel para que las parejas tengan vínculos duraderos.
- Por último, es la misma hormona cerebral la que motiva a las exparejas a reunirse cuando se encuentran separadas.
Aunque los topillos de pradera y los humanos no sean tan iguales en comportamiento, se puede entender que los dos forman vínculos de pareja duraderos y mecanismos neurobiológicos similares.
La respuesta a poder superar una relación terminada es el tiempo que se mantiene lejos de esa persona. La baja de niveles de dopamina es fundamental en esto, aunque se tienen que tener en cuenta también la oxitocina y la vasopresina.