El consumo de vino como centro de encuentros sociales y reuniones entre amigos definitivamente se flexibilizó. Emblemático y argentino por excelencia, logró conquistar el paladar de los más jóvenes y, de la mano de esta tendencia, se profundizan las preferencias y elecciones.
De esto pueden dar fe Iván VukovicyPablo Peretti, dos amigos que comparten la afición por esta bebida y, hace unos cuatro años, decidieron llevarla un paso más allá, al universo de los negocios. Juntos crearon BacWine, una vinoteca virtual, exclusiva de vinos boutique y de autor.
La propuesta fue más que bien recibida por un público interesado y fiel. Según sostienen, el hecho de no contar con espacio físico no fue un problema, ya que la clave está en la confianza que genera el consumidor en base a las recomendaciones y la calidad.
"El desafío es convencer y luego demostrarles a nuestros clientes que cuanto más caro o más conocido no necesariamente es mejor",consideraron los emprendedores en diálogo con El Cronista.
De un hobby a un negocio: cómo nació BacWine
Los dos fundadores son amigos desde hace más de 25 años, cuando se conocieron al estudiar finanzas en la universidad. Sin embargo, no fue hasta hace poco tiempo que pensaron en emprender, ya que ambos trabajan en otros rubros como actividad principal.
"Nació casi como un hobby o una afición por el vino, y podría decir que se dieron una serie de eventos o circunstancias que ayudaron a gestarla", resume Peretti.
"Por un lado, nuestra de forma de ser, somos inquietos y curiosos, y constantemente estamos pensando en algo nuevo, nos gusta investigar, charlar, debatir, escuchar", relata. "Y eso, llevado al mundo de los vinos, nos llevaba a querer probar y descubrir aromas y sabores nuevos, e íbamos más allá aun, porque cuando aparecía alguna etiqueta que nos llamaba la atención, inmediatamente la compartíamos en algún encuentro con amigos", agrega el socio.
Un viaje a Mendoza en agosto de 2021 marcó el puntapié que faltaba. "Se me dio la posibilidad ese año, no conocía la provincia, y quedé fascinado. Y así fue como, asado (y vino) de por medio, y con nuestras ganas, energía y empuje, surgió la idea de llevar más allá de nuestros amigos más cercanos, a nuestros 'descubrimientos', que siempre eran de bodegas boutique, pequeños productores o proyectos", cuenta sobre el inicio.
Según destacan, lo esencial fue hacer una selección adecuada de bodegas y etiquetas, algo que requirió catas, reuniones, encuentros y viajes. Es que lo central era encontrar el aporte diferencial o de valor, para destacarse en un mercado pujante.
"Fue difícil en un primer momento poner un pie en esta industria. Pero gracias a algunos amigos y contactos y mucho trabajo, empezamos a movernos, generando alianzas estratégicas con distintos participantes de la cadena de valor", apunta Vukovic.
El desafío de la venta online y personalizada
Si bien el vino evoca la idea de probar, conocer, degustar y elegir en base a los sentidos, BacWine nació y se abrió paso con un concepto distinto y a la luz de las nuevas formas de comercio, que se instalaron con fuerza en la pospandemia.
"Fue un proceso que nos llevó varios meses, y, de hecho, no lo llamaría 'venta online' a secas. El modelo de negocio plantea como estrategia de comercialización una combinación muy precisa entre asesoramiento personalizado y venta online", describe Iván.
"Por un lado, el costo fijo de un modelo de ventas tradicional representa un peso importante en el resultado del negocio, y por otro la idea siempre fue enfocarnos en un buen portfolio de productos y en un mejor asesoramiento a los clientes", destacan los socios.
"El resultado fue una vinoteca virtual enfocada en vinos boutique. El desafío es convencer y luego demostrarles a nuestros clientes que cuanto más caro o más conocido no necesariamente es mejor", sintetizan.
Reconocen que fue "complejo" llegar al equilibrio que buscaban, pero con el paso del tiempo, lograron una fluidez que mantienen con los clientes más fieles. "Al punto que muchas veces los clientes piden una caja 'de lo que ustedes saben que me gusta',dejando en nuestras manos la selección de etiquetas", expresan.
Sin embargo, cabe destacar que el mínimo de compra de 6 botellas cada cliente o usuario puede elegirlas libremente en el sitio web y también sin mediar consulta. Por otra parte, las personas interesadas pueden contactarse vía redes.
"Se democratizo el acceso al vino y el interés"
Los emprendedores indican que el consumo, en general, del vino atraviesa un momento "muy difícil" en el país. "La demanda general de vino se viene retrayendo año tras año por la situación económica", aclaran.
Sin embargo, reconocen que en los últimos tiempos hubo un cambio notorio con respecto a los consumidores. "Se democratizó el acceso al vino y el interés por conocer nuevas variedades o propuestas aumentó", apunta Vukovic.
"Los rangos etarios más jóvenes de clase media para arriba comenzaron a ver en el vino algo distinto que, por supuesto está acompañado por muchos proyectos, bodegas y propuestas nuevas",agrega.
En cuanto a las perspectivas para el negocio, se muestran entusiasmados por el crecimiento y por nuevos desafíos. "Empezamos como una vinoteca virtual de venta minorista, crecimos en ese segmento, nos capacitamos, fuimos formando un portfolio de etiquetas seleccionadas, y consolidando la marca", enumeran.
A esto se suma el canal mayorista, creado más recientemente, exclusivo para vinotecas de todo el país, a las que ofrecen etiquetas exclusivas y, en muchos casos, poco conocidas masivamente.
"Queremos fortalecer aún más esta unidad del negocio como objetivo principal y luego, en un futuro no muy lejano -cuando la situación económica acompañe-, estamos pensando en un modelo de franquicias bastante innovador que creemos que va a funcionar muy bien y que va a servir para democratizar el acceso y consumo del vino aún más", se entusiasman.