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Uno de los imputados por el presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski rompió el pacto de silencio y reveló donde habrían arrojado los restos de la joven de 28 años. Se trata de Gustavo Obregón, empleado y mano derecha de la familia Sena.
Según el reporte de medios locales, su testimonio permitió dar con pruebas claves para descifrar el crimen, entre los que se destacan restos óseos triturados y un dije perteneciente a la víctima.
"Iba a marcar el lugar donde se deshicieron de los restos de Cecilia", subrayaron fuentes de la investigación a Infobae. En este marco, el propio asistente del clan Sena fue quien pidió ampliar su declaración y que, frente a su abogada defensora, señalara las coordenadas.
La declaración que complica al Clan Sena
Obregón, acusado de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de partícipe secundario", rompió el pacto de silencio y complicó al resto de los imputados.
Según fuentes judiciales, él solo atinó a hablar del descarte del cuerpo, pero "no aportó información ni detalles del crimen". Mientras que sostuvo haber "arrojado bolsas en el lecho del río por pedido de César, pero nunca supo el contenido".
Enseguida, las fuerzas policiales iniciaron un rastrillaje en Río Tragadero, en Campo Rossi, y en el Canal Quijano. Allí, encontraron los restos y el dije de cruz que serán analizados este miércoles por el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Chaco.
En tanto, Marcela Acuña, la principal sospechosa para la querella, brindará su declaración. La madre de César Sena, al igual que su esposo Emerenciano Sena, también pidieron declarar para contar "su verdad" de los hechos.