“No me molestaron en absoluto las apreciaciones de Messi”, remarcó el director técnico de la Selección Argentina, Alejandro Sabella, cuatro días después que el crack de Barcelona de España hiciera públicas sus diferencias respecto al esquema táctico conservador elegido por el entrenador para enfrentar a Bosnia-Herzegovina en el debut mundialista.
“A la conferencia de prensa posterior al partido pude mandar a cualquier jugador, sin embargo, envié a Messi para que hablará y dijera lo que él quisiera. Acá hay libertad y un buen clima de trabajo y grupal”, remarcó Sabella.
Un día después del partido ante Bosnia-Herzegovina, Messi se había quejado públicamente. "Nosotros somos Argentina, no tenemos que fijarnos en el rival”, dijo, dejando en claro que no compartía el esquema táctico defensivo 5-3-2 elegido por Sabella para el partido inaugural en el Maracaná.
“Messi muchas veces había dicho que él se sentía más cómodo jugando con dos atacantes por delante suyo. No dijo nada nuevo y lo dijo respetuosamente. No me molestó para nada”, insistió hoy Sabella.
De todos modos, al ser consultado si luego de lo sucedido, el esquema táctico 5-3-2 había quedado sepultado, Sabella fue claro: “No cierro ninguna puerta ni posibilidad. Nuestro esquema madre es el 4-3-3 pero si lo tenemos que cambiar, lo haremos”.
Con vistas al futuro del conjunto argentino en el Mundial admitió: “Tenemos que mejorar, ojalá tengamos la cantidad de partidos suficientes para hacerlo e incrementar la intensidad del juego”.
Mencionó que el calor será un factor a tener en cuenta en el partido de mañana ante Irán. “Debemos reservar energías y cubrir mejor las zonas del campo de juego”, detalló.
“Mañana jugaremos con un 4-3-3 y después vamos a ver. Trataremos de ganar y mejorar el juego. Confiamos en nuestras fuerzas y jugaremos concentrados, dando el todo por el todo desde el primer minuto. Después, el fútbol es el juego más impredecible de todos. Puede ganar cualquiera de los dos”, aseveró.
“No me molesto que se tomara a mi autocrítica posterior al partido con Bosnia-Herzegovina como un signo de debilidad, porque si no lo hubiese hecho habrían dicho que soy un necio. Como hice autocrítica pase a ser débil. Actúo siempre sobre lo que creo que es lo mejor para el equipo. No pienso en el afuera a la hora de tomar una decisión, después me puedo equivocar como cualquier humano”, completó Sabella.