Las laderas de las montañas comienzan a vestirse de blanco y los diez centros de esquí de la Argentina se preparan para recibir una avalancha de turistas locales y extranjeros. Turistas que, cuando fueron a hacer las reservas en sus agencias de viajes de confianza, se encontraron con que, este año, deslizarse ladera abajo les costará más caro. Los precios de los pases, los alquileres de los equipos, las guarderías, los hoteles y los restaurantes para esta temporada subieron entre un 4% y un 15%, dependiendo del mes y del centro en el que se prefiera pasar las vacaciones de invierno.
Los dueños de los complejos justifican este incremento no sólo en el alza del 30% que en el último año tuvo la tarifa energética para grandes consumidores, sino en los valores en dólares y euros que tienen los insumos de sus equipos importados, como las telesillas, además de los aumentos de sueldos que implementaron para sus empleados.
Pero las subas no están afectando la demanda. Sebastián Attadia, gerente de Ventas de la operadora mayorista y minorista Badino, que comercializa los servicios de los principales centros de esquí del país, sostiene que “la gente que llama no se queja por los aumentos. Incluso, años anteriores hubo incrementos mayores .
Por estos días, la empresa le está dando impulso a un paquete de una semana –que incluye aéreo, pases, alojamientos y traslados– con salida el 2 de julio. El precio por persona para ir al cerro Castor en Ushuaia es de 2.000 pesos; para Chapelco (San Martín de los Andes) cotiza en
$ 1.900 y para Las Leñas (Mendoza), el que congrega al público de mayor poder adquisitivo, $ 3.000. Justamente, en el centro de esquí ubicado en el departamento de Malargüe aseguran que sus pases sólo sufrieron un aumento del 4 por ciento.
Según asegura Attadia y ratifican en los principales centros de esquí, el ritmo de ventas es constante y, para este año, se espera un aumento de, como mínimo, un 10% con respecto a los cerca de 220.000 esquiadores que llegaron en el invierno de 2004. Esta suba se vería favorecida por lo que, se prevé, será la mejor temporada de los últimos años en cuanto a cantidad de nieve caída. Las proyecciones optimistas no son caprichosas: ya están abiertos todos los centros del país, algo que en años anteriores no ocurría a esta altura del mes. “Esperamos unos 45.000 esquiadores para esta temporada, un 10% más que el año pasado , confirma Carlos Vanni, gerente Comercial de Chapelco.
Modernización
Para estar a la altura del exigente público local y, sobre todo, de los turistas extranjeros que visitan las pistas argentinas, los dueños de los complejos están destinando más de 50 millones de pesos para aggiornar sus instalaciones. Las principales incorporaciones, que en todos los casos llegan desde el exterior, son las máquinas de fabricación de nieve artificial, telesillas y telecabinas.
La búsqueda de los propietarios de los diez centros de esquí más importantes se centra en hacer crecer un negocio que mueve más de $ 200 millones por año y que, desde la devaluación, crece al ritmo de la llegada en masa de visitantes latinoamericanos, estadounidenses y europeos.