Las horas pasan y el futuro de la línea aérea Southern Winds sigue sin definirse. Mientras Juan Maggio, el dueño de la compañía cordobesa, parece haberle puesto todas sus fichas a la negociación que está llevando adelante con un grupo empresario encabezado por Horacio Rozenblun, propietario del hotel El Glaciar de Ushuaia, los casi 950 empleados que tiene la empresa comienzan a mostrar su preocupación. “Mañana tendríamos que cobrar nuestros sueldos y, como están dadas las cosas, veo difícil que eso ocurra , aseguró ayer uno de los delegados gremiales de la firma.
No obstante, voceros de la empresa aseguran que, justamente, debido a la urgencia que tienen de conseguir el dinero para cumplir sus compromisos con los trabajadores, están obligados a cerrar la operación antes del viernes.
Hasta el mes pasado, los jornales de los empleados –que ascienden a los 2,6 millones de pesos, entre efectivo y tickets– eran pagados por el grupo chileno LAN. El mini-salvataje, que duró noventa días, era parte del acuerdo que los trasandinos hicieron con el Gobierno cuando, en marzo, arreglaron su ingreso al mercado local, luego del escándalo de las narcovalijas.
Ahora SW, en donde Juan y Christian Maggio tienen el 67% del paquete; el grupo italiano Volare, el 30,1% y el empresario Miguel Cartasso Naveira el 2,9%, busca inyectar capital para levantar su concurso de acreedores, renegociando un pasivo de u$s 60 millones. Lo que nadie se anima a revelar es si los Maggio venderán toda su parte y si los otros socios se irán de la compañía. Tampoco se sabe cuánto invertirán los nuevos dueños en la operatoria de SW.
Contradicciones
Aunque cerca de los Maggio aseguran que, esta semana, el funcionamiento de la compañía será normal, uno de sus empleados informa que en estos días se levantó la ruta a Mendoza, que se están reduciendo vuelos a Iguazú y que, en unos días, por falta de pago, tendrán que devolver al leasor (empresa de alquiler) uno de sus dos Boeing 737-200.