Las prostitutas de Capital Federal adelantaron hoy que no dejarán los barrios donde trabajan para ir a las zonas rojas sugeridas anoche tras aprobarse las reformas al Código Contravencional.

Las meretrices organizadas de la ciudad no revelaron cómo van a actuar, pero anticiparon que ya están preparadas para la prohibición, en tanto en las próximas horas se reunirán con sus abogados, quienes lograron en los ‘90 abolir los edictos policiales.

De la reunión con los letrados puede surgir un planteo de inconstitucionalidad, pero antes de realizar esa presentación ya anuncian que resistirán las zonas rojas y adelantan que dialogarán con los vecinos.

Los anuncios los hizo hoy Elsa Caballero, de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), cuya presidente Elena Reynaga se encontraba hoy de viaje.

Caballero aseguró que no aceptarán la zona roja y adelantó que "ya más o menos tenemos una idea pero todavía no lo vamos a decir", tras lo cual detalló que "la semana que viene nos sentamos con los abogados para ver cómo manejamos esto".

Anoche la Legislatura porteña aprobó una reforma al Código de Convivencia en la que prohiben la prostitución a menos de 200 metros de casas, escuelas y templos, aunque impiden que la policía intervenga en esos casos sin denuncia de vecinos ante un fiscal.

Las prostitutas siempre reinvidicaron su actividad en los barrios de Constitución, Flores, Palermo y Once, las actuales mal llamadas zonas rojas, debido a que allí se encuentran los albergues transitorios, lo que no ocurre frente o cerca a los grandes parques.

Agregó que en esos barrios se manejan según "lo que digan los vecinos, si molestamos en la puerta, nos corremos, pero hay vecinos que están contentos que estemos ahí por la seguridad, están más seguros con nosotras que con un vigilante en la esquina".

La dirigente remarcó que no iban a aceptar "en ningún momento que la policía actúe" en este tema y destacó como un triunfo propio que los legisladores hayan tomado su propuesta para impedirles actuar sin la denuncia de un vecino ante la fiscalía.

Sobre las zonas rojas aseguró seguirán que "como siempre en nuestros lugares de trabajo, no nos vamos a correr a ninguna que ellos pretendan", por los 200 metros.

Respecto de las detenciones cuando van por la calle aseguró que "la portación de rostro" aún funciona y afirmó que "esa es una lucha continua que tenemos".