El gobierno municipal de Mauricio Macri intentará hoy finalmente poner el demorado pie interventor en la Obra Social de los empleados de la Ciudad. Jorge Rey debería poder ingresar a la sede central de la ObSBA, salvo que una nueva presentación del Sutecba, el gremio encargado de la prestación, frene el operativo.

Por otro lado, la administración porteña, que volvió a decretar la intervención, esta vez amparada por la ley sacada por la Legislatura el jueves, trabajaba ayer en un escrito que objetará el freno de la jueza Elena Liberatori a los planes de “normalización de la prestadora de salud sindical.

El macrismo piensa que hay algo más que interés jurídico detrás del veloz fallo de la jueza del fuero contencioso administrativo. Inclusive se deslizaron amenazas de iniciarle un juicio político, por la supuesta connivencia con los intereses gremiales afectados.

La táctica del avezado tándem de Amadeo Genta y Patricio Datarmini, los titulares históricos del hoy denominado Sutecba, es embarrar la cancha todo lo que se pueda. A la expectativa, el oficialismo nacional y otros sectores antiMacri, como el ibarrismo, esperan algún tipo de rodada en la estrategia del jefe de Gobierno.

Desde ya, no hay oposición frontal, porque hay conciencia de la impopularidad de estos dirigentes, tanto como de la deficiente atención de la obra social. Aunque se machacará sobre el efectismo de la jugada de Macri y una alegada intención oculta de privatizar los servicios de salud de ObSBA.

Al menos no es lo que dice querer la Coalición Cívica, que fue vital para que saliera la ley interventora. Enrique Olivera, el principal negociador de las huestes de Elisa Carrió, salvó la tensión del PRO con seis votos clave para que saliese la intervención por ley, ayudando a la formación de quórum. Además, produjo el proyecto de ley adecuado para la situación, en reemplazo del texto preparado por el oficialismo local.

“A primera hora vamos a presentar nuevos rechazos; vamos a mantener nuestra posición , amenazó Datarmini ayer. Y claramente: “a mí no me entran más balas, así que estoy dispuesto a pelear hasta las últimas consecuencias .

Por su lado, la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, aseguró que la jueza deberá rever su parecer, ante la existencia de una ley interventora. “No hay más decreto de necesidad y urgencia , por lo que “no tiene ninguna justificación que los dirigentes de la obra social sigan quedando allí . Quien debería estar allí, desde esta mañana, es el interventor, Jorge Rey.

El funcionario intentó hacerlo la semana pasada, y de hecho logró traspasar las puertas de la prestadora municipal, pero debió volver sobre sus pasos ante la resistencia síndico-judicial.

El edificio de Caballito, en Rivadavia al 6000, será seguramente escenario de más episodios de una pulseada política de cuya evolución dependerá la libertad de acción de Macri en sus cuatro años al frente del Ejecutivo capitalino.

También será vital para la interna del PRO, dada la incomodidad de la rama peronista a todo contencioso con los gremios. Atento y vigilante, los kirchnerismos porteño y nacional ya tienen platea preferencial.