Con un mercado a los saltos, los inversores claman desesperadamente por algo de previsibilidad. Y, para algunos, ésta podría venir de la mano de nuevos instrumentos financieros. De ahí que, en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) estarían trabajando para lanzar en el corto plazo un mercado de futuros de bonos soberanos. Hoy, en el mercado de dólar, los inversores se valen de los contratos a futuro de tipo de cambio para cubrirse de eventuales movimientos de la divisa estadounidense o simplemente para obtener algún rendimiento en tiempos de malaria financiera como el actual.
En pocas palabras, un futuro es un contrato negociado en un mercado organizado, por el que dos partes (los inversores) acuerdan la compraventa de una cantidad concreta de un valor (en este caso sería un bono) en una fecha futura predeterminada, y a un precio convenido de antemano. Al finalizar el plazo, pueden o no entregarse los bonos, o simplemente se compensa entre los inversores la diferencia de precio.
Si bien en la actualidad el mercado de títulos públicos locales se encuentra reducido a su mínima expresión, con un promedio diario de negocios que no llega si quiera a los u$s 100 millones (casi un 73% menos que en 2008), en el MAE esperan que el desarrollo de un mercado de futuros tenga atractivo en sí mismo, e incluso sirva para incentivar la demanda de los operadores en el mercado de bonos spot (o del día).
“Es un instrumento más, que da mucha movilidad sobre la base de coberturas que un inversor pueda llegar a necesitar. En los mercados internacionales es un instrumento muy fuerte , señalaba el operador de renta fija de un banco de primera línea, que pidió no ser nombrado.
En los ‘90, muchos bancos en la plaza local realizaban operaciones con bonos a futuro, pero éstas no quedaban registradas en el marco de un mercado formal, como sería en el caso de MAE, un mercado del cual forman parte prácticamente todos los bancos. Según confiaron, no obstante, la operatoria requiere del visto bueno de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Sin tregua
En línea con el resto de los activos financieros, ayer los títulos públicos de Argentina cerraron en baja por tomas de utilidades, dentro de un clima de cautela frente a los bruscos altibajos diarios de los mercados externos por la incertidumbre que genera la crisis global.
Los bonos muestran en las últimas semanas vaivenes en sus cotizaciones con modestos volúmenes, pese a recientes canjes de deuda del Gobierno para aliviar la carga de vencimientos de corto plazo y un acuerdo parcial con el sector agropecuario para mejorar su rentabilidad.
En promedio, los bonos cayeron 1%, aunque sobresalió la mejora de 0,6% del Par en pesos, mientras que en el otro extremo se destacó con Discount en moneda extranjera, con un descenso de 4,3%. “Se cierran pocos negocios, hay muchas dudas por lo que pasa afuera (en el exterior) y entonces la poca rotación de cartera hace que algunos precios se mantengan compensados por otros , dijo a Reuters un operador bancario.