En todo el mundo, los consumidores excedidos en peso tratan de encontrar la forma de controlar su exceso sin hacer sacrificios. Esa búsqueda los está conduciendo a la sucralosa, un endulzante artificial que se convirtió en el ingrediente nuevo de la industria alimenticia. Está presente en todo lo que se ingiere, desde gaseosas hasta helados bajas calorías. Sin embargo, este sustituto del azúcar fue inventado en los años setenta.
El éxito de la sucralosa es una recompensa a las décadas de esfuerzos que hizo Tate & Lyle, el fabricante británico de ingredientes que patentó la sustancia en 1976 y ahora se vende como edulcorante a las compañías alimenticias. Johnson & Johnson, el grupo estadounidense de productos para el cuidado de la salud, vende la sucralosa para consumo local bajo la marca Splenda. Sin embargo, la lenta gestación crea interrogantes sobre cuánto tiempo la sucralosa puede ser una gran fuente de elevados ingresos para ambas compañías. La protección que les otorga la patente no es eterna.
El argumento de venta de la sucralosa, además de tener cero calorías, es su parentesco con el azúcar. El innovador endulzante en realidad es un derivado del azúcar y para su fabricación se hacen algunos cambios en su estructura molecular.
La sucralosa es 600 veces más dulce que el azúcar y no tiene el problema de otros sustitutos del azúcar que dejan un sabor amargo. La molécula es sumamente estable, aún a elevadas temperaturas, por lo que puede ser utilizada para cocinar repostería, o en la preparación de otros alimentos y bebidas.
Tate & Lyle calcula que el mercado mundial de los “endulzantes intensos mueve u$s 1.000 millones por año, en términos de precios de venta de los fabricantes.
En el período relativamente corto desde que salió a la venta, la sucralosa absorbió 13% del mercado, afirma Tate & Lyle, ubicándose en segundo lugar detrás del 55% del aspartamo.
Splenda ahora es el principal sustituto del azúcar de los consumidores estadounidenses, superando fácilmente a los similares Equal and Sweet’N Low. IRI, una firma de investigación de mercado, afirma que entre enero y mayo de 2004 Splenda representó 43% de los sustitutos del azúcar comprados en comercios de EE.UU., sin incluir Wal-Mart.