Podría ser perfectamente una de las Leyes de Murphy. Lo cierto es que cuando las pequeñas y medianas empresas más necesitan crédito -esto es, cuando la actividad se reduce y la economía flaquea-el financiamiento se vuelve más caro y escaso. Es entonces que cobra mayor relevancia el rol contracíclico del Estado. Al menos en parte, esto es a lo que apuntarían desde el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, ya que tienen previsto anunciar en los próximos días un programa en coordinación con el Banco Ciudad para financiar a tasas subsidiada a las pymes que requieran fondos frescos para capital de trabajo.

La administración de Macri lanzará un esquema muy similar al que por entonces implementaba la Subsecretaría Pyme (Sepyme), y que gozaba del visto bueno de gran parte del sistema bancario. Pero que hoy ya no está prácticamente en funcionamiento a nivel nacional.

En rigor, según señalaron fuentes del sector, el Ministerio de Desarrollo destinaría hasta $ 100 millones para subsidiar entre 3 y 4 puntos la tasa de los créditos pymes, que de esta manera podría terminar siendo bastante más baja que la media del mercado.

Si bien aún la tasa de interés final no fue definida, la idea sería lograr un costo menor al 12 %, contra casi el 25% o más que hoy cobran los bancos privados por líneas de este tipo. Los créditos serían así a tasa fija y hasta dos años de plazo. Consultados al respecto, no obstante, desde el Ministerio macrista confirmaron la medida, pero no dieron mayores detalles. Hoy, el Ciudad tiene líneas para las pymes que requieran financiar capital de trabajo a una tasa de 13,5% hasta 12 meses de plazo, y del 14,5% de 13 a 24 meses de duración. Se espera que con los subsidios del gobierno porteño las tasas de la nueva línea sean por ello menores.

En la actualidad, hay en la Ciudad de Buenos Aires cerca de 170.000 pequeñas y medianas empresas. De las cuales una gran mayoría (cerca de 150.000) tienen menos de cinco empleados. Dos tercios de las compañías de mayor envergadura se dedican además al negocio de servicios. La nueva línea que saldrá al mercado apuntaría a favorecer sobre todo a aquellas empresas ubicadas en el sur de la Capital Federal, confiaron las fuentes. Es probable que las pymes del otro lado de la calle Rivadavia gocen de condiciones más favorables que las del resto de las Ciudad, por lo pronto, en lo que respecta a la tasa de interés.

Mayor informalidad

Aunque en los bancos advierten que, más allá de las condiciones de la oferta crediticia, que es cada vez más escasa y más cara, también empieza a ser un problema la creciente informalidad en el sector privado. Con el parate económico y las trabas que se manifiestan en la cadena de pagos, muchas de las pymes que hasta ahora mantenían sus negocios en regla, vuelven a trastabillar con la informalidad.

Además, reconocen, existe entre los bancos un mayor inconveniente a la hora de calificar en términos crediticias a los sujetos de crédito en general, y a las pymes en particular. “Con la crisis, los bancos se vuelven mucho más sensibles al riesgo. Prefieren la liquidez y son extremadamente cautos con su política crediticia , explicó un economista, que pidió no ser nombrado. Estaría por ello bajo estudio la posibilidad de que el Instituto Pyme de la ciudad o una sociedad de garantía recíproca como Garantizar participen del proceso de calificación.

De acuerdo con los últimos datos del Banco Central (BCRA), los préstamos mediante el descuento de documentos (muchos de los cuales se destinan a las pymes) cayeron 4,2% en 2009. De la misma manera, los adelantos en cuenta corriente descendieron en lo que va del año 0,2%. Hasta no hace mucho, ambas líneas de créditos crecían a tasas de dos cifras.