China superará a Japón para convertirse en el tercer mercado de la automotriz Rolls–Royce este año, lo que ofrece otro indicador del avance económico del país comunista y el enorme poder de consumo de sus nuevos ricos.
La compañía británica, que pertenece a la automotriz alemana BMW, espera vender cerca de 70 unidades Phantom en China, incluyendo Hong Kong, y 50 en Japón, afirmó Ian Robertson, presidente y CEO de Rolls–Royce. El precio de venta del Phantom es de u$s 400.000, pero asciende a cerca del doble con los impuestos tanto en China como en Hong Kong.
“Las dinámicas del mercado chino son totalmente distintas , señaló Robertson, destacando que las ventas de su compañía en ese país están aumentando un 50% por año. “Es por eso que estamos tan entusiasmados. Este es un nuevo territorio para nosotros , agregó.
Rolls-Royce tiene tres concesionarias en los centros económicos más importantes de China –Pekín, Shanghai y Guangzhou– y agregará tres más el próximo año en Hangzhou, Chengdu y Shenzhen.
Aunque China representará algo menos del 10% de los 800 Phantoms que Rolls–Royce espera vender este año –su cifra total más elevada en 16 años–, sigue quedándose atrás con respecto a los dos mercados líderes de la empresa, Estados Unidos y el Reino Unido. Este año Rolls-Royce venderá cerca de 130 autos sólo en California, impulsado por la capacidad de consumo de Hollywood.
En el otro extremo, Rolls–Royce no tiene concesionarias y tiene ventas mínimas en Tailandia, donde los impuestos gubernamentales pueden aumentar el costo de un auto de lujo en hasta cuatro veces su precio de lista.
Las ventas totales de Rolls-Royce aún se quedan cortas respecto de su proyección inicial de 1.000 ventas por año para el Phantom. Tales pronósticos determinan qué cantidad de autos debe vender para tener ganancias o justificar inversiones.