Los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y de China, Hu Jintao, anunciaron ayer el comienzo de las negociaciones para alcanzar un Tratado de Libre Comercio bilateral de conformidad con las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

“Estamos en condiciones de informar que Chile y China inician desde ahora las conversaciones para concretar un Tratado de Libre Comercio , anunció Lagos.

“Para nosotros es un paso muy importante que habla de las largas tradiciones en las relaciones que hemos tenido con China , continuó. Y destacó que, “por qué no decirlo, Chile es el primer país de América latina que comienza las conversaciones con China, pero como le dije a Hu Jintao, es fácil el inicio, pero no se sabe cuándo se puede llegar a concluir .

Por su parte el presidente Hu Jintao indicó que “las dos partes han decido declarar el inicio oficial de las negociaciones para un acuerdo de comercio bilateral , y adoptar medidas efectivas para fortalecer las relaciones “y gozar de beneficios recíprocos a partir de los convenios que se están suscribiendo .

En 2001 comenzaron los primeros acercamientos entre ambos países con vista a explorar acuerdos comerciales. Pero este año la idea de alcanzar un tratado con el gigante asiático tomó más fuerza. Fecha clave fue el 22 de abril, cuando la entonces ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear anunció junto al vice premier chino, Lui Liangyu un acuerdo para iniciar un estudio conjunto de factibilidad del TLC. El documento se analizó y se entregó a sus respectivos mandatarios en espera de la Cumbre de la APEC que comienza hoy en Santiago (Ver aparte).

Ambas naciones tienen razones concretas para avanzar en este acuerdo. China ve en este pacto, el primero de libre comercio que negocia con un país latinoamericano, como un entrenamiento para futuros acuerdos comerciales, y como un puente de acceso a una región rica en materias primas.

Mientras que Chile busca en este TLC la posibilidad de derribar las barreras no arancelarias y bajar las tarifas de importación de su contraparte que, si bien no son tan altas, son significativas para exportaciones locales como la fruta.

Este pacto vendría a consolidar el sostenido incremento del comercio bilateral en las últimas dos décadas. Los números son claros: en 1980, China representaba un 1,5% de las exportaciones totales chilenas y un 0,5% del total de importaciones, mientras que estas cifras eran 9,1% y 7,1% respectivamente en 2003.