De pronto, desapareció de escena. Su última jugada prometía alguna sorpresa para un día no muy lejano. Sin embargo, eso nunca ocurrió. Gregorio Perez Companc empezó a estar en boca de todos a mediados de 2001, cuando le vendió su holding energético a la brasileña Petrobras, y nada más se supo de él.

Mucho se especuló. Se dijo que con el dinero que había pagado Petrobras invertiría en agribusiness. Que le interesaba un supermercado, que iría detrás de otra alimentaria, más allá de ponerle más fichas a su nuevo buque insignia, Molinos. Poco tiempo atrás, El Cronista dio la primicia respecto de que era uno de los que pugnaban por Freddo, pelea que perdió con el fondo de inversión Pegasus.

No obstante, Goyo sorprendió a todos, ya que parece haberse retirado del mundo de los negocios. Hay indicios que confirmarían esta realidad. Según una biografía no autorizada, que publica la última edición de la revista Apertura, el Perez Companc Family Group se habría disuelto. Por lo tanto, sin el brazo comprador de empresas del grupo y sin la participación activa del líder de la familia, todo queda en manos de sus hijos mayores, Jorge y Luis, quienes, no tendrían el mismo espíritu emprendedor de su padre.

Uno de los grupos económicos más activos de la historia argentina se diluyó con el mismo bajo perfil que pregona su líder para su vida privada. Es decir, Perez Companc demostró la misma habilidad para evitar los flashes que para anunciar que el PC Holding prácticamente ya no tiene operaciones en el mercado local. Sólo le quedan Molinos, Munchi’s (la cadena que maneja su esposa) y empresas pequeñas del rubro agropecuario (como Goyaike). Poco, si se lo compara con el peso específico que supo tener Perez Companc hasta que vendiera su negocio petrolero.

Si se observa la evolución de Techint, por citar otro emblema dentro de los grupos económicos argentinos, queda en evidencia la diferente estrategia de largo plazo que hubo, y hay, entre la familia Rocca y los Perez Companc. Más allá de cualquier juicio de valor (respecto del fuerte lobby que ejerce Techint ante los gobiernos de turno), lo concreto es que en toda su historia evidenció tener un plan, una visión, algo que PC parece no haber tenido.

¿Qué es de la vida de Goyo versión 2004? La investigación especial de Apertura destaca las principales características de uno de los multimillonarios más importantes, no sólo del país sino de la región, en qué consume su tiempo, sus gustos y placeres, además de uno de los dilemas que aqueja a más del 80% de las empresas familiares que operan en el mercado local: la sucesión.

¿Por qué Goyo les cedió el poder a dos de sus hijos? ¿Qué diferencias de manejo tienen con su padre? ¿Cómo incide en los negocios la particular relación de ambos con el automovilismo? ¿Cuál es la posición de sus otros hijos respecto del rol que les confirió Goyo a sus hermanos? ¿Están de acuerdo, los respetan? Éstas y otras incógnitas se develan en la biografía no autorizada de Apertura, trabajo que no sólo intenta rescatar los valores de Gregorio Perez Companc, sino que trata de develar los misterios de un empresario que hizo del bajo perfil uno de los estandartes a la hora de construir su imperio. El mismo bajo perfil que eligió a la hora de disolverlo.