El uso de las tarjetas de crédito cayó con fuerza. Las operaciones realizadas con este medio de pago alcanzaron los $ 2,3 billones en febrero, lo que representa un incremento de sólo 1,4% respecto al mes anterior y 82,6% en comparación con el mismo mes del año pasado, de acuerdo con First Capital Group.
La variación representa una importante caída real, ya que se ubicó muy por debajo de la inflación. Las principales consultoras privadas estiman que en febrero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un avance mensual de alrededor del 6%, por lo que ubican al repunte interanual en torno al 100 por ciento.
En cuanto al uso de las tarjetas de crédito para consumos en dólares, en febrero registró una suba de 17,2% respecto al mismo mes de 2022. En comparación con enero, el avance fue de 12,3%, lo que fue considerado por la consultora como un "comportamiento irregular".
"Los viajes al exterior han reactivado este rubro pero la aplicación de tipos de cambio diferenciales para el uso de la tarjeta en moneda extranjera limitan su uso y hoy se encuentra en valores muy por debajo de los habituales en épocas de prepandemia", señaló Guillermo Barbero, socio de First Capital.
FUERTE BAJA EN PESOS
El informe destacó que la baja en el uso de las tarjetas de crédito para compras en pesos es aún más significativa si se tiene en cuenta que el mes de febrero suele ser el de mayores gastos con estos medios de pago, debido a los consumos que realizan las familias en artículos relacionados con el inicio del año lectivo.
"Febrero debe ser el mes durante el cual los límites de crédito se encuentran más desactualizados debido a que todavía no se han reflejado en los recibos de sueldo los incrementos de las paritarias y a que las entidades bancarias no han puesto en marcha los mecanismos de revisión de los mismos", explicó Barbero.
El especialista agregó que la aceleración de la inflación hace que sea necesario actualizar los límites de crédito con mayor frecuencia para mantener el nivel de gasto de los tarjetahabientes, por lo que le llama la atención que las compras que generan el inicio de las clases no se reflejen en un crecimiento importante de los saldos.