Sin una referencia global que les señale la tendencia, por el cierre de las operaciones en Wall Street, los activos argentinos quedaron ayer atrapados por la desconfianza que generó el último fallo judicial a favor de los holdouts y terminaron su segunda rueda consecutiva de castigo.

El malestar en el mercado se exacerbó luego de que los grandes bancos de inversión, como JPMorgan, Bank of America y Barclays, decidieran bajar sus recomendaciones de tenencia de deuda soberana argentina. Así, los títulos terminaron con caídas de hasta 4,5% en el MAE, como fue el caso del Discount en dólares con legislación extranjera, que registró en dos días su peor retroceso desde octubre del 2008. Los cupones terminaron con caídas de 2,1% y 2,6% para las emisiones con jurisdicción foránea y local, respectivamente. El Merval finalizó el día con un retroceso de 1,99%.

El JPMorgan bajó su recomendación de comprar a mantener la deuda argentina, al advertir sobre la dureza del fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York: No sólo confirma la resolución del tribunal de primera instancia sino que, a los efectos prácticos, indica que no se permite a la Argentina pagar a los tenedores de los bonos reestructurados en territorio de los Estados Unidos a menos que se pague a los holdouts.

El Bank of America y Barclay

s, en tanto, la modificaron desde mantener a vender. En una nota de análisis, Barclays recomendó a inversores comprar protección y tener una menor exposición a la deuda Argentina.

El riesgo de los activos argentinos, medido por el costo de asegurar la deuda frente a un eventual default en los próximos 5 años, volvió a subir ayer 140 puntos básicos después de un salto de casi 500 pb. el viernes y se ubicó en los 1.625, un máximo de casi cuatro años. El riesgo país medido por el JPMorgan avanzó 37 puntos hasta los 1.024.

Esto sucede porque el fallo de la Corte, que propone un trato igualitario para todos los bonistas, puede terminar provocando que quienes hoy mismo tengan que cobrar amortización o intereses por un título reestructurado de los últimos canjes de deuda no puedan cobrar el 100% de lo que les corresponde.

Los agentes que participan del pago (entre los cuales está incluido, por ejemplo, el Bank of New York) podrían tener que cursar el dinero de manera proporcional a los holdouts, y afectar así a los actuales bonistas. Si el pago no se aplicara de esta manera, entonces, la Argentina podría ser considerada en default.

Como es un mercado bastante limitado, hay falta de profundidad en el mercado y puede haber volatilidad. El hecho de que los bonistas que no aceptaron el canje hayan ganado su caso crea incertidumbre y riesgos alrededor de cómo Argentina va a manejar esto, dijo ayer Gavan Nolan, director de análisis de Markit, en Londres.

El volumen negociado ayer fue ínfimo (apenas $ 9 millones). Y sólo Edenor (1,58%) se salvó de los descensos. El resto de los papeles del panel de las líderes cayó fuerte: los del Banco Macro, por ejemplo, un 3,17%; y los de Petrobrás, un 2,85%.

La preocupación de los inversores por la reforma al funcionamiento bursátil siguió presionando a la baja al mercado, que tampoco terminó de digerir el fallo en contra de Argentina por parte de la Corte de Apelaciones americana, ni la pesificación de las deuda de Chaco y Formosa, explicaron en Portfolio Personal.