Nadie hubiera imaginado que con el levantamiento de buena parte de las restricciones de capital, el famoso cepo, el tipo de cambio opere para fin de año a $1.260. Pero el acuerdo con el FMI y la credibilidad ganada por el gobierno respecto a las metas fiscales y monetarias lograron que esta semana se acentúe la tendencia a la baja y que los contratos a futuros muestren incrementos mensuales de 2%. Lo que más se observa en A3 Mercados son las tasas implícitas dado que, al fin y al cabo, los futuros están dados por los rendimientos en pesos. Pero esta ley se está rompiendo con desarbitrajes que persisten. La tasa implícita ayer subió desde junio en adelante, pasando del 25% anual al 20% para las operaciones pactadas a diciembre. Los rendimientos de las Lecap y Boncap rondan el 34% anual. En algún momento deberían tender a equipararse. Mayo ayer fue el único contrato que operó en baja, en torno a 1.136 pesos lo que representó una baja de 0,4%. El efecto soja opera a pleno con la promesa oficial de que la moneda norteamericana apuntará a tocar el piso de la banda de flotación en algún momento del mes. La clave pasará por la licitación de Bopreal que realice el equipo económico para aspirar pesos para habilitar a empresas el giro de utilidades al exterior correspondientes a operaciones del 2024 o antes. La estrategia oficial es la de siempre: reducir la inflación lo más rápido que se pueda. ¿Será por las elecciones? No pareciera dado que esa meta estuvo planteada desde el inicio de la gestión de Javier Milei con el crawling peg del 2%, luego del 1% e incluso con la eliminación del impuesto PAIS. Bien podría haber habilitado el equipo económico una suba del dólar oficial que compense la eliminación del impuesto PAIS pero se optó por seguir induciendo una baja de los precios al consumidor. La semana próxima está marcada por el dato de mayo, que según consultoras privadas será menor al 3% y, por ende, muy inferior al 3,7% de marzo. ¿Que se observa de los precios de los futuros? En primer lugar, las tasas implícitas van cediendo en línea con lo que se espera que suceda con la inflación y el nivel de tasas en general de la economía. Pero, tal como fuera planeado desde el diseño del actual esquema cambiario, las bandas tienden a desaparecer, a perder relevancia con la suba del 1% mensual de la superior, y la baja del 1% también de la inferior. Es aprender a flotar con bandas o "bracitos" que se van esfumando gradualmente hasta que desaparecen o se vuelven irrelevantes. Por ello el tiempo para comprar dólares en el piso de la banda es ahora. Luego si el Tesoro o el BCRA compran divisas será en algún punto intermedio. No es un tema menor la acumulación de reservas. ¿Cuánto del riesgo país cerca de los 700 puntos se debe a la incertidumbre por las elecciones y cuánto a la necesidad de acumular reservas? Difícil estimarlo, pero esas dos noticias, de ser positivas para el gobierno, gatillarían una brusca caída del riesgo país. Todos los mercados están conectados, tasas, futuros, bonos. La expectativa del equipo económico de no volver a emitir deuda en los mercados internacionales en todo el 2025 implica que el nivel de las reservas irá en descenso mes a mes por el pago de los vencimientos de bonos y con Club de París y organismos. Aún está pendiente de juego el repo de los bancos con el BCRA pero de nuevo, el mercado desea ver reservas en alza por compras del BCRA y del Tesoro y no por nueva deuda. La velocidad de caída de la inflación será determinante en la caída de las tasas y por ende de los precios del dólar futuro. En mayo, el que apostó al peso viene ganando cómodo, y no por las tasas sino por el desplome del tipo de cambio. El partido igual recién empieza.