La crisis de YPF con el Gobierno llegó a impactar en el mercado corporativo. El malhumor de los inversores con la Argentina se trasladó a los bonos soberanos y también derramó a la deuda de las empresas. Particularmente, al sector petrolero, ahora en el epicentro de la disputa con el oficialismo. El golpe no sólo lo sintió YPF en sus bonos, sino también empresas comprometidas como Petrobras Argentina y Pan American Energy (PAE). En estos tres casos, los rendimientos de los títulos subieron en las últimas semanas hasta 120 puntos básicos. El caso más paradigmático es el de PAE: el rendimiento del título con vencimiento en 2021 en dólares subió a niveles máximos en dos años y actualmente se sitúa en 8,57%. El título de la compañía dirigida por Carlos Bulgheroni (que suena como un posible interesado en ingresar a la nueva YPF) es uno de los mejores créditos en el mundo corporativo local. Pero al igual que el resto de las petroleras presionadas por el Gobierno, sufrieron la incertidumbre de los inversores.
En el caso de YPF, hubo dos versiones cruzadas. Primero, el único bono en dólares con vencimiento en 2028 viene cayendo desde finales de enero cuando empezó a filtrarse el plan estatizador del Gobierno. El rendimiento del título se disparó 150 puntos básicos hasta hace unos días. Sucede que según los prospectos de emisión de YPF (y en realidad de la mayoría de las compañías) ante un cambio de control, la empresa debería pagar la totalidad del bono. De producirse un cambio de control, presentaremos una oferta de compra de todos las Obligaciones Negociables por un precio de compra en efectivo equivalente al 101% del valor nominal más los intereses devengados e impagos, reza un anexo de los términos de las ON de YPF.
Lo cierto es que esta cláusula puede ser ejercida por los inversores, algo impensada dado que ahora la compañía es administrada por el Gobierno. Esas cláusulas están en todos los bonos corporativos. Es un reaseguro. Pero no creo que nadie salga a pedir que le cancelen los bonos. De hecho, estos títulos están en manos de inversores institucionales, quienes de ninguna manera se van a enfrentar con el Gobierno. No creo que haya movimientos, decía un ejecutivo de banca privada. De hecho, en los últimos dos días este bono en dólares de YPF repuntó de precio precisamente porque se empezó a especular con esta cláusula. De todas formas, el rendimiento del título alcanzó el 10,60%, una tasa que se encuentra en los bonos soberanos de corto plazo como el Boden 15.
Quienes creen que algunos buscarán el pago, lo sustentan en la idea de que estos bonos de YPF deberían converger a precios del soberano. Por ende, el rendimiento debería ser mayor.
En el caso de Petrobras Argentina, los bonos que se movieron fueron los emitidos a 2013 y 2017. En estos dos casos, al ser títulos de corto plazo, el impacto fue menor. Petrobras paga por estos bonos tasas de hasta el 5,5% cuando hace poco tiempo atrás estaba en poco más de 4,5%.
El ruido en torno a la expropiación de YPF también está haciendo que las pocas emisiones corporativas de empresas argentinas estén en un parate. Se escucha en el mercado que la empresa de Luis Pagani, Arcor, estaba sondeando bancos para reabrir la emisión de deuda con vencimiento a 2017 y así financiar operaciones de corto plazo por hasta u$s 100 millones. Al parecer, la idea estaría ahora cajoneada debido al incremento del riesgo en los bonos argentinos. También preocupa a los inversores las restricciones cambiarias que se aplican en la Argentina, algo que temen podría afectar al repago del capital e intereses de los bonos adquiridos.