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Los depósitos a plazo fijo UVA no detienen su marcha alcista. Contrario a todos los pronósticos, el intento de desincentivar las colocaciones, extendiendo el plazo mínimo hasta 6 meses, hasta ahora no ha tenido un efecto significativo y la demanda sigue firme a pesar de los cambios de normativa que dispuso el Banco Central.
Los datos oficiales reflejan que al 11 de enero el stock de depósitos a plazo fijo UVA por parte del sector privado $ 695.300 millones, lo que representa un repunte de 18% desde el inicio del año y 21% desde que la autoridad monetaria anunció la duplicación en el tiempo de colocación mínima, a pedido de los bancos.
La variación acumulada en los primeros días del año indica que estas colocaciones estarían creciendo por encima del avance de la inflación. Mediciones de alta frecuencia de las consultoras privadas detectan una leve desaceleración respecto al 25,5% mensual que marcó el IPC en diciembre.
Los inversores y ahorristas siguen aprovechando así este instrumento cuyo rendimiento está atado al índice de precios, por lo que garantiza no perder contra la inflación. De hecho, desde finales de noviembre se observa un rebote en su demanda y desde entonces el stock de las colocaciones acumula un alza de 185 por ciento.
La demanda de estas colocaciones siguió su curso a pesar del desincentivo que se buscó al duplicar el tiempo mínimo de permanencia, lo cual estuvo acompañado con la eliminación de la tasa mínima de precancelación y la baja en el monto máximo permitido, que ahora es de $ 5 millones.
El repunte del instrumento UVA se da en detrimento de los depósitos a plazo fijo tradicional. Estas colocaciones se mantienen sin variación nominal desde el inicio del año, lo que implica una importante caída en términos reales teniendo cuenta el avance inflacionario, provocado por los rendimientos fuertemente negativos que ofrecen las tasas de interés.
TENDENCIA ALCISTA
Juan Truffa, economista de Outlier, afirma que el repunte en la demanda de depósitos atados a la UVA, a pesar de los desincentivos, se debe a que es el único instrumento financiero que queda a "precio razonable" para cubrirse de la inflación, teniendo de las tasas negativas de hasta 70% que están ofreciendo los bonos CER.
Truffa prevé que, como la inflación va a mantenerse en niveles elevados durante los próximos meses y el inversor medio estima que las cotizaciones de los dólares alternativos no van a alcanzar ese mismo crecimiento nominal, probablemente "se la van a jugar", por lo que se mantendría la demanda.
Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, agrega que no hay muchas opciones de inversión para perfiles conservadores que ofrezcan rendimientos reales positivos o, al menos, neutrales. Por lo tanto, también estima que los inversores y ahorristas seguirán recurriendo a estos depósitos mientras se mantengan las actuales condiciones.
El economista Gustavo Ber coincide en que la falta de alternativas de cobertura ante la fuerte "licuación" de los pesos le dan impulso a este instrumento y, salvo que los dólares paralelos tomen la delantera con una importante ampliación de la brecha cambiaria, la demanda se mantendría firme en busca de captar la variación del índice de precios.
PIDEN FRENARLO
Las entidades bancarias le han estado solicitando recurrentemente al Central que ponga aún más trabas para frenar o reducir al máximo el acceso a las colocaciones UVA, ya que les representan un problema debido a los altos rendimientos, en medio de una elevadísima inflación y tasas de interés negativas en términos reales.
"Este contexto que es obligatorio para las entidades bancarias tomar depósitos a plazo fijo de una determinada característica, más allá del monto, es una intervención del Estado que no ayuda a desarrollar el sistema financiero", afirmaron ante El Cronista fuentes del sector bancario.