La pelea que mantiene la administración de Cristina Kirchner con las automotrices radicadas en la Argentina se prolonga. Luego del encuentro que mantuvieron ayer funcionarios nacionales y empresarios del sector, la ministra de Industria Débora Giorgi cargó con dureza a compañías y, como Cristina, las acusó de “boicotear el programa Pro.cre.auto”.
Giorgi afirmó que, durante el encuentro, la Presidenta “expuso números claros y argumentos contundentes y puso las cosas en su lugar”. La ministra sostuvo además que “es falso que los empresarios no tengan dólares para importar” y aseguró que recibieron más de u$s 2.800 millones para pagar autos importados y hacer otros giros”.
“(En el encuentro) se mostró que las terminales y las concesionarias no se están comportando a la altura de las circunstancias y boicotean el programa Procreauto”, cuestionó Giorgi en diálogo con medios radiales.
La funcionaria criticó la supuesta actitud especulativa de los empresarios del sector e indicó que hay "una estrategia explícita de las terminales de tener una baja integración porque traen las autopartes que sobraban de sus casas matrices".
"Es falso que no pudieron realizar importaciones, ya que en el año 2014, por sobre el pago de autopartes, las terminales dispusieron de u$s 2.800 millones para pagar autos importados y hacer otros giros (...) El Estado no va a permitir que se damnifique a los consumidores, que tienen todo el derecho de recibir el esfuerzo que está haciendo este gobierno”, aseveró.
Por otra parte, la ministra informó que mañana, junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, recibirá a las automotrices para darles "las pautas para la continuidad del plan Procreauto, que sigue hasta diciembre".“(El programa) va a ser voluntario como desde el principio, el que quiere ingresa y el que no quiere, no”, completó.