Lo primero que hicieron los CFO de los bancos apenas leyeron el comunicado del Banco Central de esta mañana fue subir 15% el precio del dólar minorista, hasta un promedio de 462 pesos. Dejaron de vender el cupo de los u$s 200 de dólar ahorro y pusieron un dólar tarjeta y turista a un promedio de $ 1179, ya que al valor de $ 462 se le debe sumar el 30% del impuesto PAIS, el 100% de retención del impuesto a las Ganancias y el 25% de retención de la alícuota a los Bienes Personales. Lo hicieron para cubrirse de la devaluación que se anunciará próximamente, ya que el BCRA decidió aplicar la regla de conformidad previa a todas las operaciones de demanda que se cursan a través del mercado de cambio. La medida fue dispuesta en función de dar tiempo a la gestión del Poder Ejecutivo de cumplir con los trámites administrativos para la conformación de las nuevas autoridades y anunciar e implementar las políticas que llevarán adelante. Durante la transición, las operaciones de cambio serán analizadas y cursadas en función de las prioridades. Por ende, si ya la semana pasada el torniquete de dólares era asfixiante, este lunes directamente no le dieron a nadie. Fue con el pretexto de no sacrificar dólares de las reservas que son para que las maneje las nuevas autoridades, y Santiago Bausili aún no fue nombrado oficialmente en el Boletín Oficial, por lo que Miguel Pesce continuó al mando de la autoridad monetaria. Este dólar tarjeta que en algunos casos pasó los $ 1200, según el banco en cuestión, fue raíz de una protesta generalizada por los usuarios en las redes sociales, queriendo pagar ya la tarjeta para que aplique el precio viejo. Lo cierto es que esos consumos conviene pagarlos directamente en dólares billete que sean comprados por MEP, que está $ 988, o eventualmente con divisas atesoradas o, si no se las tiene, reponerlas en el mercado blue, que vale $ 1000. "Sólo hacemos operaciones programadas, ya que no tenemos ningún tipo de cobertura", se defienden los banqueros privados, ya que el Nación lo mantiene en $ 400,50 su tipo de cambio minorista.