A diferencia de lo habitual en los últimos meses, las mayores presiones bajistas procedentes de Asia no tienen su origen en Japón. El Nikkei limitó al 1,26% sus descensos.
El mayor castigo lo sufre China. El correctivo en el índice Shanghai Composite alcanzó el 5,3% al cierre, la mayor caída desde 2009. La banca ha sido el sector más castigado. La suba en los índices interbancarios mete más presión al sector financiero, mientras el banco central se niega a suavizar su política monetaria y lanza advertencias sobre los riesgos del crecimiento crediticio.
Y todo, en un contexto de menor crecimiento, que llevó a los analistas de Goldman Sachs a recortar sus previsiones de PIB de la segunda economía mundial para 2013, del 7,8% al 7,4%.