El precio del petróleo de Texas (WTI) retrocedió 2,06%, hasta los 33,27 dólares por barril, y se ubicó de esta forma en niveles mínimos similares a los de febrero de 2004, mientras que el crudo Brent del Mar del Norte bajó un 1,4%, al cerrar en 33,75 dólares por barril.
De esta manera, los precios del crudo cayeron 70 y 48 centavos de dólares por barril respectivamente, continuando con la tendencia bajista de los últimos días.
La sobreoferta mundial, junto a la tensión existente entre Irán y Arabia Saudita, que dificulta un ya esquivo acuerdo de producción dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que limite la oferta, son parte de las razones que presionan la caída.
A esto se le sumó el incremento en la reservas de combustible en Estados Unidos y la fuerte baja que sufrió hoy, al igual que lunes, la bolsa de comercio de China, que obligó a la suspensión de las operación tras superar un 7% de pérdidas, a causa de los malos números que arrojó su economía a principio de semana.
Hace cinco meses, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs dijo que el petróleo podría caer hasta los 20 dólares por barril. Por el momento, la previsión ha demostrado ser correcta en algunas partes del mundo. El crudo físico canadiense se vendió esta semana por debajo de los 20 dólares por barril, menos de lo que cuesta extraerlo y transportarlo. Además, los operadores en el mercado de opciones se están protegiendo para evitar que los precios caigan por debajo de los 25 dólares.
Durante los 18 últimos meses, el exceso de suministro fue el principal factor detrás del declive de los precios en dos tercios, después de que Arabia Saudita llevó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a aumentar las exportaciones para defender su cuota de mercado frente a los productores de mayores costos, como las firmas de esquisto estadounidenses.