La cuenta regresiva ahora marca que sólo restan cuatro ruedas con la de este martes para las elecciones de medio término. ¿Qué hubiera sido del mercado doméstico sino hubiera aparecido la asistencia del Tesoro norteamericano? Ayer la demanda de los ahorristas de dólares vía home banking se mantuvo llevando a la moneda norteamericana a $ 1495. Pudo trepar más de no ser la muralla que impuso el Tesoro de los EE.UU. al ofrecer dólares en el mercado mayorista, que cerró a 2% del techo de la banda de flotación. Hubo dos anuncios clave ayer que marcaron la atención de operadores. Antes de la apertura de las operaciones el BCRA anunció que ya se firmó el swap de monedas por u$s 20.000 millones con el Tesoro de Estados Unidos. Con este mecanismo el equipo económico se asegura la disponibilidad de fondos para pagar los vencimientos de deuda en dólares hasta el 2027. No cambió la conducta de los ahorristas y sus compras de dólares. Luego, por la tarde, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció una operación de recompra de deuda soberana destinada a "reducir el costo de financiamiento del país y fortalecer la inversión en educación". Apunta a recomprar deuda soberana y reemplazarla por financiamiento a tasas más bajas gracias al apoyo de agencias y organismos multilaterales de la mano del JPMorgan. El impacto de este anuncio se vió en los precios de los papeles argentinos que de estar cotizando con leves bajas paso a mostrar ganancias de 2% promedio. Una visión clave de lo que sucede en la plaza cambiaria surgió de un informe al cierre de Aurum Valores. "Una de las razones por las que el dólar se acerca al techo de la banda tiene que ver con el diseño de las mismas que implicó una apreciación real desde que se lanzaron. A precios de hoy la banda superior se redujo en unos $ 100, lo mismo que subió el tipo de cambio medido de la misma manera", explica. "En consecuencia el gap hasta el techo de la banda que comenzó siendo del orden del 15% ahora es menos del 5%", consigna Aurum. Esto surge porque las bandas se mueven 1% todos los meses pero la inflación resulta mayor desde la vigencia del acuerdo con el FMI en abril hasta el presente. ¿Por qué el público desoye las buenas noticias y sigue comprando dólares? Básicamente porque aún teme a las elecciones del domingo y más importante aún, lo que pueda acontecer con las bandas de flotación desde el lunes 27. La historia económica reciente justifica este comportamiento inversor: siempre, hasta ahora, las buenas noticias se dan antes de los comicios y las malas noticias los días posteriores. Las frases prometiendo mantener el esquema cambiario actual del presidente Milei hasta el propio Scott Bessent pasando por Santiago Bausili y Luis Caputo, no pudieron cambiar la conducta del ahorrista. Lo más probable es que en estas cuatro jornadas que restan se vea la actual presión cambiaria constante y la muralla del Tesoro de los Estados Unidos. El costo para Bessent es insignificante: cerca de u$s 150 millones diarios provenientes del Fondo de Estabilización Cambiaria que administra. La lógica es que tras las elecciones, independientemente del resultado, ceda la presión. El que se quería dolarizar, ya lo hizo antes. Luego en función del resultado, se desarmarán posiciones o bien se quedarán en dólares. Pero lo concreto es que el mercado se preparó para un escenario negativo a la hora de conocerse el recuento de votos el domingo por la noche. El mundo financiero estará on line palpitando el momento.