Sigilosamente, sin hacer ruido, el ministro de Economía, Luis Caputo, acumula dólares: ayer sumó u$s 320 millones, según confirmaron a El Cronista fuentes del Palacio de Hacienda. La semana pasada, el jueves, fueron u$s 220 millones. Todo apunta a sumar divisas para afrontar, sin necesidad de recurrir a las reservas del BCRA, el pago del 9 de enero de vencimientos de intereses y amortizaciones de los bonos Globales y Bonares por u$s 4500 millones.
La acumulación de dólares por parte del Gobierno es música para los oídos de los inversores. La prueba de ello fue la reacción del mercado a los anuncios del Banco Central (BCRA) respecto a la acumulación de reservas. La modificación del ajuste de las bandas cambiarias agradó a inversores, pero más la noticia de que el BCRA iniciará un programa de acumulación de reservas de acuerdo a la evolución de la demanda de pesos y la liquidez del mercado de cambios.
El equipo económico no desea provocar saltos en el tipo de cambio por sus intervenciones. Por ello las operaciones en silencio de Luis Caputo. El BCRA destacó ayer que el monto de ejecución diaria del programa de acumulación de reservas estará alineado con una participación del 5% del volumen diario del mercado de cambios.
Clima global favorable
El clima internacional ayuda a la compra oficial de dólares. “El entorno geopolítico se está volviendo más favorable para la senda de reformas de Argentina. El país está cada vez más inmerso en un reajuste regional más amplio hacia un liderazgo de centroderecha y orientado al mercado, a la vez que fortalece sus vínculos con Estados Unidos”, señaló ayer un informe de Grit Capital.
Y agregó que la creciente alianza entre el presidente Javier Milei y el recién elegido presidente chileno, José Antonio Kast, junto con cambios políticos similares en otras partes de la región, reduce el aislamiento político regional y alinea a Argentina más estrechamente con las prioridades estratégicas de Washington en el hemisferio occidental.
“Como resultado, esta dinámica en evolución tiene el potencial de traducirse en un apoyo diplomático, financiero e institucional sostenido a los gobiernos reformistas, lo que a su vez contribuye a reducir los riesgos externos de cola para Argentina a mediano plazo”, agrega.
Aurum Valores destacó sin embargo que “los mercados globales operaron con cautela en la última semana completa de negociación de 2025, con el S&P 500 cayendo 0,2% hasta 6815 puntos mientras los inversores aguardaban datos clave de empleo e inflación que definirán la trayectoria de política monetaria de la Reserva Federal. Las acciones tecnológicas lideraron las pérdidas. Las materias primas mostraron divergencias significativas: el petróleo WTI cayó 1,1% a u$s 56,81 por barril, presionado por preocupaciones sobre la demanda global, mientras que el oro subió 0,3% a u$s 4.312,64 por onza”.
El año próximo apunta a medidas normalizadoras del régimen financiero y cambiario. El mercado ya descuenta un desmantelamiento más rápido de lo previsto de las restricciones imperantes en la compra y transferencia de dólares.
Desde enero rige la autorización automática de transferencia de beneficios para empresas extranjeras y topes más elevados de retención de dólares para exportadores de servicios y trabajadores autónomos. Del lado de la oferta de dólares, las emisiones de deuda de empresas y provincias siguen en marcha. La próxima emisión será la de Chubut con el gobernador Ignacio Torres de gira reciente por Estados Unidos por la emisión de un bono por hasta u$s 500 millones.
Lo que resta del 2025 en materia cambiaria pasará por el plan oficial para el pago del 9 de enero. La estrategia oficial es evitar el uso de reservas y recurrir al financiamiento más barato y de corto plazo descontando una reducción del costo para la Argentina, caída del riesgo país, con la aprobación del Presupuesto 2026 en el Congreso y eventualmente la sanción del Senado a la modernización laboral.
Alli van.