Noviembre arranca con una carga simbólica y estadística especial en Wall Street. El mes marca el inicio del que es el mejor período semestral de la historia para el mercado estadounidense. Cuando el S&P 500 llega a noviembre con una ganancia anual superior al 15%, los datos muestran que el índice suele rendir aún mejor de lo habitual, con subas promedio del 2,7% frente al 1,9% histórico. Más aún, el período noviembre-diciembre cerró al alza en 20 de las últimas 21 ocasiones, un récord que refleja una clara tendencia estacional: la fortaleza tiende a retroalimentarse. Octubre fue favorable para las acciones estadounidenses: el S&P 500 subió un 2,3%, con lo que marcó su quinto mejor desempeño mensual del año. Más destacable aún, el principal referente de Wall Street encadenó seis meses al hilo ganancias, su racha más larga desde agosto de 2021. Se trata de una recuperación notable desde los mínimos de abril, cuando el S&P 500 estuvo a punto de caer en territorio bajista tras el anuncio del presidente Donald Trump de aplicar aranceles recíprocos en el denominado "Día de la Liberación". Hoy, el índice acumula un avance del 16,3% en lo que va del año. Una combinación de fuertes resultados corporativos, el auge persistente del comercio ligado a la inteligencia artificial, los recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed) y las mejoras en las relaciones comerciales entre Washington y Pekín motorizan el repunte de la plaza estadounidense. Por ello, la gran pregunta para los inversores, y para quienes tienen exposición a los activos del norte vía Cedear, es: ¿cuánto más puede durar este rally? Si la historia sirve de guía, la respuesta podría ser: "por un tiempo más". Con el S&P 500 en busca de los 7.000 puntos tras un máximo intradiario de 6.920, el escenario luce propicio para un cierre de año vigoroso, aunque algunos analistas lo se muestran tan optimistas. El asesor financiero Leandro Monnittola, en charla con a El Cronista, recordó que desde 2010, noviembre se consolidó como el mes de mejor rendimiento para el S&P 500. "Aunque nadie puede anticipar cómo se comportará esta vez, lo cierto es que el mercado seguirá de cerca este mes tradicionalmente optimista: el índice arranca con testeo de máximos históricos y con varios factores a considerar", recordó Monnittola. El estratega señaló que la tendencia alcista se consolida con fuerza, apuntalada en buena medida por los recortes de tasas de la Fed. No obstante, el especialista percibe una creciente atomización dentro del índice. Y es que el hecho de que una de las ‘siete magníficas' haya alcanzado una valuación de u$s 5 billones vuelve al S&P 500 cada vez más dependiente del desempeño de ese solo papel. El experto destacó que el músculo tecnológico sigue firme: "Con la inteligencia artificial y los semiconductores como motores, pero esa misma fortaleza vuelve al índice dependiente de su evolución, haciéndolo vulnerable a cualquier movimiento en el sector", aseguró. La semana clave, comentó el experto, pues presentarán resultados más de 100 compañías del S&P 500, entre ellas nombres relevantes de la inteligencia artificial como Palantir y Advanced Micro Devices. Tras los balances ya publicados por seis de las siete magníficas, todas las miradas estarán puestas en Nvidia: "La reacción del índice dependerá en buena medida de cómo el mercado lea los números del gigante de los chips", comentó Monnittola. Marcelo Lezcano, presidente de Catalaxia, Agencia Global de Inversiones, también dijo a El Cronista que, históricamente, noviembre ha sido uno de los meses con mejor rendimiento para el S&P 500. Sin embargo, a diferencia de otros ciclos alcistas, Lezcano aseguró que este 2025 encuentra al índice con valuaciones exigentes. Desde una perspectiva fundamental, y al tomar la relación precio-beneficio (PER, en inglés) como referencia, el S&P 500 cotiza actualmente a un múltiplo de 30 veces beneficios, "muy cerca de la banda superior que el mercado identifica como una primera señal de desvío". Aun así, dijo el experto, la Fed continúa con su inyección de liquidez y varios sectores muestran un crecimiento sólido en sus ganancias. "Esto permite que, pese a los altos múltiplos, persista el atractivo para capturar rendimientos de corto plazo", deslizó Lezcano. En conjunto, estos "termómetros" sugieren que el mercado aún puede sostener su modo bull market: "Todavía queda un tramo para alcanzar el techo del canal alcista, y no sería la primera vez que el PER alcanza niveles de hasta 32,1 sin frenar la dinámica de subas", concluyó Lezcano.