Los votantes de Suiza decididamente rechazaron la propuesta de declarar ilegal a las compañías que paguen a cualquier empleado una suma superior a 12 veces el salario más bajo.

La remuneración de los altos ejecutivos ha sido un tema muy polémico en Suiza en los últimos meses. En marzo el país votó prohibir las primas de bienvenida y premios de despedida, en medio del enojo popular y político por las revelaciones sobre que Novartis planeaba pagar a su saliente presidente, Daniel Vasella, unos u$s 79 millones como parte de un acuerdo.

Después de la votación de marzo, algunas encuestas sugerían que el país (que alberga a cinco de cada diez CEOs mejor pagos de Europa) podía respaldar la iniciativa denominada 1:12. Sin embargo, en el referéndum del domingo el 65,3% de los votantes rechazaron la idea.

David Roth, jefe del ala joven de los demócratas sociales que hizo campaña a favor de la iniciativa, señaló que estaba decepcionado con el resultado, pero que el partido continuará luchando contra la desigualdad. Si bien no pudimos ganar, con la campaña se consiguió que la gente tenga conciencia del tema, lo cual es un logro importante, aseguró.

Los directivos de empresas reaccionaron con alivio frente al resultado del referéndum. Habían argumentado que esa iniciativa ponía en riesgo la preciada competitividad de Suiza y dejaba un agujero financiero al Estado porque iba cobrar menos impuestos.