Más de una docena de los bancos más grandes del mundo entraron en un mercado bajista, lo que resalta riesgos para la economía global aunque los índices de acciones hayan alcanzado nuevos máximos y la Reserva Federal haya subido otra vez las tasas.
Los estrategas sostienen que más allá de los excelentes datos económicos y del alza de los índices de referencia, empezaron a surgir tensiones en un grupo de bancos y compañías aseguradoras consideradas esenciales para la salud del sistema financiero global.
De las 39 Sifis (sigla en inglés de instituciones financieras de importancia sistémica) clasificadas como tales por el Consejo de Estabilidad Financiera con sede en Basilea, 16 cayeron más de 20% de sus recientes máximos en términos de dólar, comportamiento que cumple con la definición estándar de mercado bajista.
Ellas son Deutsche Bank, Nordea, ICBC, UniCredit, Crédit Agricole, ING, Santander, Société Générale, BNP Paribas, UBS, Agricultural Bank of China, AXA, Mitsubishi UFJ Financial Group, Bank of China, Credit Suisse y Prudential Financial.
Los descensos sincronizados son una señal de que existe una tensión financiera global, aseguró Ian Harnett, director general de estrategia global en Absolute Strategy Research en Londres, que esta semana usaron los datos para despachar su primer alerta de "Cisne Negro" desde 2009.
En algún momento, dijo, los bancos centrales quizás tengan que responder a las señales bajistas provenientes de casi la mitad de las Sifis globales, en vez de seguir ajustando la política monetaria.
"La clave está en el nombre", aseguró. "Si esos bancos se supone que tienen importancia sistémica, las autoridades que fijan las políticas deberían estar observándolos para ver qué está sucediendo."
Las subas graduales de tasas de interés que está aplicando la Fed y últimamente eso combinado con la reducción de la hoja de balance mediante la venta de los bonos adquiridos con el programa de flexibilización cuantitativa para enfrentar la crisis empezaron a hacer olas en los mercados financieros, lo que elevó los costos del endeudamiento a corto plazo para las familias, empresas y bancos. La tasa Libor de tres meses, la tasa a la que los bancos se prestan dólares entre sí, subió al nivel máximo de diez años de 2,37% en mayo.
Lo que tienen en común muchos de los bancos Sifi más golpeados, dijo Harnett, es la fuerte dependencia de la financiación en dólares estadounidenses, lo que los pone en un aprieto si las tasas norteamericanas siguen subiendo y el dólar continúa fortaleciéndose. Los bancos en Canadá, Australia y Suecia, en particular, atravesaron la última crisis bastante bien mayormente debido a su exposición a China y a un mercado de commodities sólido. Pero desde entonces, los bancos se han extralimitado, en su intento por sostener el rápido crecimiento de activos con financiación mayorista en vez de depósitos tradicionales.
El alerta que transmitió el lunes fue el primero desde junio de 2009, cuando hubo una advertencia sobre los riesgos inflacionarios en un momento en que los precios del petróleo empezaban a trepar. Harnett trazó un paralelismo con otro informe bajista que escribió en marzo de 2007, cuando los bancos europeos comenzaban a hundirse mientras los no bancos registraban alzas.
Había 30 bancos considerados Sifi globales por el Consejo de Estabilidad Financiera en noviembre pasado, incluyendo JPMorgan Chase, el banco norteamericano más grande en activos. Las nueve aseguradoras que integraban la lista son AIG, Allianz, Ping An y Prudential del Reino Unido.
Si se ponderan las 40 Sifi globales por capitalización bursátil, Absolute Strategy Research muestra que del máximo del mercado registrado el 26 de enero hasta el 31 de mayo perdieron u$s 800.000 millones en capitalización de mercado, o cerca de 18%. Eso es prácticamente un mercado bajista.
