La gran “corrección” de 2011 en el sector de los commodities comenzó en un nicho de mercado tranquilo, que raramente llega a los titulares de los diarios: la plata. Pero esta vez ese metal precioso, que se usa principalmente en electrónica y joyería, se convirtió en el canario en la mina de carbón de los commodities.
El incremento de 175% que tuvo en el precio desde agosto del año pasado no parecía coincidir con mejoras poco espectaculares en los fundamentals de la oferta y la demanda. En cambio, operadores y analistas coinciden en que la plata fue llevada a un pico casi récord, de poco menos de u$s 50, por el desenfrenado entusiasmo de los inversores, que la vieron como un defensa frente a la inflación y la declinación en el valor del dólar.
Este lunes, la tendencia empezó a revertirse y, para el jueves, se había convertido en una fuga desordenada. Para cuando llegó a un mínimo de u$s 33,16 la onza troy, hoy a la mañana, la plata se había derrumbado más de 30% en una semana, arrastrando a otros commodities como el petróleo y el cobre, cuyos precios son cruciales para la economía global.
Como grupo, los mercados de commodities sufrieron una de las mayores caídas diarias el jueves, cuando se derrumbaron 4,9%. Entre las causas que se mencionan están los datos más débiles de lo esperado en la economía de EE.UU., los temores por el impacto de los precios altos del crudo en el ánimo de los consumidores, los ajustes en la política monetaria de algunos mercados emergentes y una recuperación de 1,6% en el dólar.
Pero no hay un evento que por sí mismo puede explicar la velocidad o la escala de la declinación. En cambio, los operadores la atribuyen a que se aglomeraron en la salida los inversores que se dieron cuenta que habían hecho todos las mismas apuestas. Los volúmenes de las operaciones en crudo Brent y aluminio habían alcanzado niveles récord.
“Hace una semana, era difícil encontrar un pesimista en el mercado del petróleo; hoy se debate acaloradamente cuál será la dirección que tomará próximamente. Se recuperó el equilibrio del mercado”, opinó Lawrence Eagles, jefe de Research del sector petróleo en JPMorgan, en Nueva York.
