La rusa Gazprom suspendió ayer el abastecimiento de gas a Ucrania después de que ambos países no lograran llegar a un acuerdo para la cancelación de las deudas que mantiene Kiev. Se trata de la última de una serie de peleas por el gas que tienen consecuencias en todo Europa.

- ¿Por qué Gazprom cerró las canillas de gas?

- Ucrania empezó a atrasarse con los pagos de gas el año pasado y hasta hace unas semanas no había cancelado una deuda que lleva meses. Después de haber prorrogado varias veces la fecha de pago, Gazprom la había fijado para ayer a las 10 de la mañana.

Ucrania desembolsó unos u$s 786 millones en junio pero todavía debe al menos u$s 1.450 millones por el gas que recibió en noviembre y diciembre, cuando el precio no estaba en discusión. Gazprom reclama a Kiev otros u$s 3.000 millones por el suministro de abril y mayo.

- ¿Por qué Ucrania se niega a pagar?

- Hasta mayo, Ucrania simplemente no tenía el dinero. Desde entonces, está recibiendo fondos del FMI, pero eligió no cancelar su deuda con Gazprom porque rechaza un aumento en el precio, que subió de u$s 268,5 cada mil metros cúbicos en enero-marzo a u$s 485 desde abril. Gazprom sostienen que ese valor aparece en el contrato de 2009, firmado después de la última crisis de gas, y que el incremento de abril simplemente representa la eliminación de dos descuentos.

Sin embargo, Kiev sostiene que el precio de u$s 485 no es razonable y asegura que sólo cancelará sus deudas cuando Gazprom acepte suministrar gas a un precio justo. La semana pasada, Gazprom ofreció bajar el valor a u$s 385 pero a Ucrania no le gustó el mecanismo de implementación, que era un descuento que podía ser eliminado al antojo de Moscú.

- ¿Esto se parece a la anteriores crisis de gas?

- No. Hay dos diferencias cruciales con las anteriores guerras por el gas entre Rusia y Ucrania en 2006 y 2009. Primero, es verano, por lo que la demanda de gas es menor. Segundo, tanto Ucrania como los países europeos consumidores de gas estaban advertidos de posibles cortes de suministro. Ucrania tiene almacenados suficiente gas unos para aprovisionarse durante nueve meses, mientras que las existencias europeas no son mucho menores de la cantidad de gas que Rusia abastece a Europa a través de Ucrania en un año.

- ¿Cuál será el impacto en los mercados energéticos europeos?

- El efecto inmediato de ayer fue significativo pero no espectacular, con los precios del gas británico spot que subieron 1,8% después de haber saltado 8,7% en las primeras horas de la jornada. Pero si la disputa se prolonga más que unas semanas, se acumularán problemas para el invierno, aseguran los analistas. Si bien Ucrania tiene mucho gas reservado, se estima que necesita entre 18 y 19 millones de metros cúbicos para satisfacer la demanda en invierno.

Thierry Bros, analista de Société Générale en París, afirmó que los precios del gas europeos quizás suban de sus actuales niveles deprimidos cercanos a 45 peniques por termia a 55. Pero si la crisis dura meses y los consumidores europeos se ven obligados a recurrir a los mercados internacionales de gas natural licuado para cubrir la escasez, los valores podrían dispararse a 80 peniques, advirtió.

- ¿Cuál es el precio justo para el gas ruso?

- No es fácil saberlo. Los u$s 385 que ofreció Gazprom están en línea con lo que cobra a otros países europeos, que es u$s 387, según datos de la gasífera rusa. Pero Ucrania dice que debería pagar menos porque los costos de transporte son menores. La dificultad está en la falta de un precio de mercado: como Ucrania depende totalmente del abastecimiento ruso, no puede comparar precios. Naftogaz dijo este fin de semana que podría comprar gas a otros vecinos por u$s 300, pero que la cantidad no alcanzaría para reemplazar a Rusia como proveedor.

- ¿Qué posibilidades de que se resuelva la discusión?

- A nadie le conviene que la disputa se prolongue en el tiempo. Para Gazprom existe el riesgo de enemistarse aún más con sus clientes europeos, de quienes depende para gran parte de sus ingresos. El temor para Ucrania es llegar al invierno sin suficientes reservas de gas, lo que debilitaría su posición para negociar.