El costo de la pandemia de coronavirus se suele calcular en términos de muertes y pérdida del medio de vida. Más difícil de determinar es el impacto de la educación perdida. Millones de chicos no han asistido a la escuela de manera regular, y a muchos de ellos les postergaron exámenes importantes. No todos han sufrido por igual: los que tienen acceso a la tecnología y a los docentes adecuados han podido disfrutar de una experiencia educativa a partir de la enseñanza a distancia. Los niños de los países con menores ingresos se han visto especialmente afectados, y muchos de ellos han sufrido un aumento de la pobreza y mayores privaciones.
Según un análisis reciente del Banco Mundial, hasta 1700 millones de estudiantes no estuvieron escolarizados el año pasado
Las consecuencias de esta pérdida de aprendizaje repercutirán en las economías durante los próximos años y sumarán desafíos para el futuro. Ningún gobierno quiere presidir un aumento de la desigualdad social. Es un tema que tiene especial resonancia en el Reino Unido, donde el gobierno de Boris Johnson ha hecho de la "nivelación" una parte clave de su agenda pos-Brexit. Los resultados provisorios de un estudio sobre el alcance de la pérdida de aprendizaje en niños de primaria revelaron que los alumnos llevaban, en promedio, dos meses de retraso en lectura y matemáticas en comparación con 2017. Y lo que es más preocupante, la diferencia de rendimiento entre los chicos desfavorecidos y sus compañeros era de siete meses.
Estas son cuestiones que los ministros tendrán que considerar cuando decidan cómo reabrir las escuelas. Lo que está claro es que el sistema educativo tendrá que ser más flexible a corto plazo y adaptarse a las necesidades de los alumnos. La tecnología ha demostrado ser fundamental durante las cuarentenas y lo será aún más en los esfuerzos por reducir la brecha digital.
El gobierno británico ya ha tomado medidas para facilitar laptops y acceso a Internet subvencionado, pero no es suficiente para satisfacer la necesidad real. Una encuesta realizada por Sutton Trust en la primera semana de la cuarentena de enero reveló que sólo el 10% de los docentes de Inglaterra informaron de que todos sus alumnos tenían un acceso adecuado a un dispositivo para el aprendizaje a distancia.
Si bien es bienvenido el paquete de medidas por 1300 millones de libras apuntado a la recuperación escolar, ha sido criticado por estar mal orientado. La mayor parte de los 650 millones de libras del fondo que se entrega directamente a las escuelas se distribuye sin ninguna referencia a las desventajas
Sin embargo, la designación de Sir Kevan Collins, un ex director de la Education Endowment Foundation, como comisario para la recuperación de la educación, promete un enfoque más amplio. Collins supervisará los planes que tiene el gobierno de contar con un programa nacional de apoyo escolar, que ofrecerá clases de recupero para los niños de las familias más pobres. Se han contratado firmas de docentes particulares, así como estudiantes de magisterio que trabajan en la organización benéfica Teach First, para que colaboren. Tiene sentido ampliar programas similares para movilizar a voluntarios más jóvenes para que ayuden con los aprendizajes. Garantizar que estos esfuerzos estén bien orientados será crucial para su éxito.
Además del apoyo escolar, los ministros deberían considerar la posibilidad de acortar las largas vacaciones de verano. Habrá tensiones inevitables con los sindicatos, así como discusiones sobre las horas de trabajo y el estrés adicional. Una solución sería recuperar a los docentes recién jubilados. Extender el período escolar a las vacaciones también ayudaría a los niños de entornos desfavorecidos, no sólo académicamente sino también en términos de bienestar general.
Se ha producido un aumento de los problemas de salud mental, especialmente entre los niños más pequeños, y muchos han retrocedido en sus habilidades básicas. El Covid-19 impuso una terrible carga a los chicos de todas las edades.Por el bien de la sociedad en su conjunto, habría que garantizar que la próxima generación no quede marcada para siempre por los daños causados por la pandemia.
Traducción: Mariana Oriolo
