
El Ébola provoca pánico en la mayoría de los países, y en Cuba, parece, no es muy distinto pese a la tan aplaudida iniciativa de La Habana de luchar contra la enfermedad enviando médicos a frica, un golpe maestro de relaciones públicas que podría ayudar a suavizar el embargo estadounidense contra la isla.
Tras la decisión de Raúl Castro, el presidente, se trasladaron a 256 profesionales médicos cubanos a frica occidental, donde trabajarán en giras de seis meses, comparado con las seis semanas de muchos de otros trabajadores de la salud extranjeros. Otros 200 están a la espera de ser designados, y la iniciativa está en la portada de la prensa estatal, con imágenes de Castro abrazando a todos los médicos y enfermeras antes de abordar el avión que los llevaba hacia una agotadora y peligrosa misión.
La medida, que fue generosamente elogiada por Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, y fue muy bien recibida por John Kerry, secretario de Estado norteamericano, le brinda a La Habana un extraño resplandor de publicidad favorable internacional y ayuda a desviar la atención de los cubanos, que estaba puesta en la tambaleante economía de la isla.
"¿Si estamos orgullosos? ¿Si son valientes nuestros médicos y enfermeras? Por supuesto, ellos son héroes", señaló María Córdoba, que dirige una cafetería en el pueblo de Pijirigua, en la provincia occidental de Artemesia. Pero también se nota temor en su voz. "El dengue (ahora endémico en Cuba) ya es suficiente mal, imagínese si llega también el Ébola", agregó.
La vieja tradición cubana de enviar personal médico al extranjero actualmente tiene 50.000 proveedores de salud en más de 60 países permitió que la isla sea elogiada por quienes la ven como impulsada por el idealismo. Pero también genera críticas entre quienes lo ven como una forma tácita de trabajo forzado para los médicos que no tienen más remedio que ir aunque pueden ganar salarios más altos en el extranjero y obtener beneficios tales como el derecho a comprar un automóvil a su regreso.
Por ejemplo, se calcula que hay 10.000 médicos cubanos trabajando en Venezuela, en parte a cambio de los 100.000 de barriles diarios de petróleo subsidiado que Caracas envía a La Habana. Pero como empeoran las condiciones en Venezuela, cada vez son más los médicos cubanos busca exilio en EE.UU.
"No hay nada forzado en este programa [de Ébola]. Las personas que van se han ofrecido como voluntarios para ser parte de grupos en todas las provincias que están capacitados y dispuestos a ayudar siempre que haya un desastre", contó Anaida Himenez, profesora de enfermería, en una entrevista telefónica desde Camagüey, una ciudad 300 millas al este de La Habana.
El personal médico será tratado en frica si contraen Ébola y cualquiera que viaje desde el centro de la epidemia será puesto en cuarentena durante 21 días. El gobierno también está enviando expertos a otros países, desde Jamaica hasta Centroamérica, para asesorar sobre los preparativos para protegerse de la amenaza del Ébola.
La Habana se compromete con la lucha contra el Ébola en un momento en que Estados Unidos está ejerciendo más presión para suavizar su embargo contra Cuba, que lleva medio siglo.
Castro se ofreció a trabajar junto a su viejo enemigo en frica occidental, como sucedió después del terremoto de Haití en 2010. Mientras tanto, EE.UU. recibió con satisfacción el ofrecimiento de Cuba y Kerry destacó el tamaño del aporte de Cuba en relación con su población. Sin embargo, esa colaboración no se tradujo en una mejoría en las relaciones después de Haití.











