China crea una coalición para contrarrestar el liderazgo "bárbaro y sangriento" de Estados Unidos

Beijing no podría haber dejado más claro su descontento con Joe Biden. Mientras el presidente estadounidense se reunía en Tokio con los líderes de la alianza de seguridad Quad, bombarderos nucleares chinos y rusos sobrevolaron el Mar de Japón. Pero China también está empleando tácticas menos burdas para contrarrestar a Estados Unidos por la vía diplomática. Mientras Biden se embarcaba en su viaje a Asia, Beijing comenzó a promover su Iniciativa de Seguridad Global (GSI), una propuesta de orden de seguridad alternativo. Presentada por el presidente Xi Jinping en abril, la iniciativa es un conjunto de principios políticos como la no injerencia y el resentimiento hacia el "hegemonismo" estadounidense. Ahora Beijing intenta atraer a otros países. En un discurso por video dirigido a los ministros de Asuntos Exteriores del grupo de grandes economías emergentes BRICS el 19 de mayo, el presidente chino habló de las innumerables virtudes de la GSI. Xi instó a sus compañeros miembros de los BRICS, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, a "reforzar la confianza política mutua y la cooperación en materia de seguridad... dar cabida a los intereses fundamentales y a las principales preocupaciones de cada uno, respetar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de los demás, oponerse al hegemonismo y a la política de poder, rechazar la mentalidad de la Guerra Fría y la confrontación de bloques y trabajar juntos para construir una comunidad mundial de seguridad para todos". A lo largo de las siguientes jornadas, Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores de China, obtuvo declaraciones de apoyo a la GSI de Uruguay, Nicaragua, Cuba y Pakistán. Indonesia y Siria también la han respaldado. La iniciativa forma parte de los esfuerzos cada vez más frenéticos de Beijing por oponerse a los bloques liderados por Estados Unidos, a los que culpa de los conflictos y tensiones mundiales. Tian Wenlin, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Renmin de Beijing, describió el orden mundial liderado por Occidente como "bárbaro y sangriento" y acusó a Estados Unidos de arrastrar a otras naciones a guerras. "Los países... claman urgentemente por un nuevo paradigma de seguridad global basado en la igualdad y la confianza mutua ante los rápidos cambios del panorama internacional", escribió en un artículo reciente. "Como resultado, la Iniciativa de Seguridad Global fue diseñada para proteger los intereses en materia de seguridad de un espectro más amplio de personas en todo el mundo". La atención de Beijing a la seguridad supone un cambio en su enfoque tradicional con respecto a las relaciones internacionales. "Antes, cuando las autoridades chinas hablaban de cómo se resolverían los conflictos y los problemas de seguridad en el mundo, el primer lugar lo ocupaba el desarrollo. La respuesta era proporcionar prosperidad a esas regiones con problemas. Pero ahora se ha producido un cambio de prioridades", explica Bates Gill, profesor de estudios de seguridad Asia-Pacífico de la Universidad Macquarie. Este mayor protagonismo de la seguridad es evidente en el Pacífico, donde China está expandiendo rápidamente su influencia a costa de las potencias occidentales que han dominado la región. Wang realizará una gira por ocho países insulares del Pacífico a lo largo de la semana que viene, y propone un acuerdo de cooperación que abarca desde las aduanas hasta la pesca. Pero el primero de los ocho artículos del proyecto de acuerdo se centra en la seguridad, incluyendo la aplicación conjunta de la ley y la ciberseguridad. M Taylor Fravel, director del programa de Estudios de Seguridad del MIT, explica que la iniciativa forma parte de los intentos de China de deslegitimar el papel global de Estados Unidos. "Creo que su atención se centraría principalmente en los Estados del mundo en desarrollo", señala. "Está claro que se trata de una gran prioridad para China, especialmente a la luz de su alejamiento de la mayor parte de Europa". Los diplomáticos chinos han promovido el GSI en países en desarrollo como India, Filipinas, Uganda, Somalia y Kenia a través de artículos en los medios de comunicación locales y en los portales en Internet de sus embajadas. Expertos en seguridad afirman que los planes sobre la GSI son anteriores a la guerra de Ucrania. "Es el siguiente paso en los esfuerzos de Xi para alejar el orden de seguridad global del pensamiento de la Guerra Fría, que está llevando a cabo desde 2014", apunta un académico chino que asesora al Gobierno. Pero la invasión de Rusia ha hecho ese empeño más urgente y difícil a la vez. "Desde que comenzó la guerra en Ucrania, China se ha esforzado por defender los 'legítimos intereses de seguridad' de Rusia'", señala Paul Haenle, director del Centro Carnegie-Tsinghua en Beijing. "La Iniciativa de Seguridad Global, del mismo modo, toma prestados los conceptos rusos de la 'seguridad indivisible'". La iniciativa también pretende contrarrestar las consecuencias del apoyo de China a Rusia. "La GSI es también un correctivo para la respuesta de China a Ucrania, que ha llevado a los estados a cuestionar el compromiso de China con el multilateralismo y el orden internacional", explica Courtney Fung, profesora asociada de la Universidad Macquarie. Los analistas creen que Beijing podría llegar a institucionalizar el programa, como ha hecho con su Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda. Pero eso podría llevar años. Esta última se anunció en 2013, pero muchas naciones no se sumaron hasta 2016. "Quieren consolidar un gran 'tercer bando' de países que no quieren tomar partido en lo que consideran un mundo polarizado", dice Yun Sun, director del programa de China del think-tank Stimson Center. "Pero será imposible aplicar una estrategia tan amplia y vagamente definida a escala mundial".

China crea una coalición para contrarrestar el liderazgo "bárbaro y sangriento" de Estados Unidos

Beijing trata de incorporar a otras naciones a una Iniciativa de Seguridad Global que respete la soberanía mutua.

Kathrin Hille

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