El plan de Bruselas de contar con una autoridad única para deshacer bancos en problemas abarca a las 6.400 entidades bancarias de la eurozona, un mandato ambicioso que dejaría a los ahorristas alemanes indirectamente atrapados por las quiebras de bancos en otros Estados de la zona euro.
Según varias personas allegadas al borrador final, la Comisión Europea propondrá adjudicarse la facultad de cerrar entidades quebradas de la unión bancaria de Europa, si fuera necesario en contra de la recomendación del Estado de donde proviene la entidad.
Todas las instituciones abarcadas por el sistema de resolución, desde financieras locales en Austria e Italia hasta grandes bancos globales como BNP Paribas o Deutsche Bank, en teoría serían liquidados a través del régimen central de la comisión.
Los bancos alemanes están sumamente preocupados, porque temen tener que pagar por las quiebras de entidades provenientes de economías débiles de la eurozona.
Aún antes de que la propuesta fuera dada a conocer, la canciller alemana Angela Merkel abiertamente cuestionó la legalidad de implementar tal amplia modificación a la regulación financiera sin antes cambiar los tratados de la UE
La decisión de Michel Barnier, el comisionado de la UE responsable de la regulación financiera, de incluir a los bancos chicos podría ser polémica y hasta podría provocar una repetición de las peleas del año pasado sobre el mandato de supervisión del Banco Central Europeo.
Pero Berlín probablemente se centre en sus objeciones basándose en cuestiones legales. Si bien en principio el gobierno alemán respalda la idea de una autoridad de resolución única y un fondo que abarque todos los bancos, quiere que eso se haga mediante un proceso más gradual de dos etapas que concluya con una modificación de los tratados.
Barnier mañana recomendará un sistema unificado para resolución, y no la estructura de dos niveles para la supervisión de la unión bancaria, donde las autoridades nacionales son las primeras responsables de vigilar los bancos más chicos.
Como los bancos chicos tienen mayores probabilidades de que sean cerrados por medio del proceso de insolvencia, el régimen de resolución está mayormente centrado en bancos que tienen grandes operaciones.
En la práctica, esto significaría que Alemania, España o Italia requerirán permiso de Bruselas para poner bajo resolución una entidad no supervisada por el BCE.
El alcance amplio tendría también implicancias para la financiación de la resolución de bancos. Las entidades grandes y chicas incluidas en la unión bancaria aportarán a un fondo de resolución común. Los aportes de los bancos serán fijados de acuerdo a su perfil de riesgo. Anteriores borradores de las reformas también buscaban darle al fondo de resolución la facultad de endeudarse en el mercado, usando activos de bancos de la zona euro como garantía.
