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Viajar no siempre requiere grandes distancias ni presupuestos elevados. A veces, una escapada corta puede convertirse en un viaje en el tiempo. El norte de Portugal guarda tesoros que parecen detenidos en la Edad Media, ciudades que han sabido conservar sus raíces sin renunciar al presente.

Entre estos destinos, y a solo una hora y veinte minutos de Vigo, Guimarães se destaca como una de las ciudades más bellas y mejor conservadas del país luso.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta joya medieval ofrece calles empedradas, fortalezas históricas y una identidad profundamente ligada al nacimiento de Portugal. Y todo esto, a un paso de Galicia.

El Castillo de Guimarães es una de las joyas arquitectónicas más conocidas, tanto de la ciudad como de Portugal.(Fuente: Wikimedia Commons / Filipe Fortes)
El Castillo de Guimarães es una de las joyas arquitectónicas más conocidas, tanto de la ciudad como de Portugal.(Fuente: Wikimedia Commons / Filipe Fortes)

Una ciudad de gran valor histórico

El casco antiguo de Guimarães es, sin duda, su mayor atractivo. Caminar por sus callejones estrechos y plazas adoquinadas es como sumergirse en un decorado de una película histórica.

La ciudad fue reconocida en 2001 por la UNESCO por su valor arquitectónico y su autenticidad urbana, manteniendo intacta la esencia de los siglos XV al XIX.

Uno de los puntos clave es el Largo da Oliveira, donde se concentran la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, de estilo gótico y el Museo Alberto Sampaio.

También destaca el Padrão do Salado, un monumento conmemorativo medieval que recuerda la victoria en la batalla del Salado. Esta plaza no solo es preciosa visualmente, sino también punto de encuentro y vibrante vida social, con cafés y terrazas llenas durante todo el año.

Castillos, palacios y leyendas que fundaron una nación

Si hay un monumento que define a Guimarães, ese es su castillo, construido en el siglo X como defensa contra los ataques de los normandos y los musulmanes.

Este bastión es considerado el lugar donde nació Afonso Henriques, el primer rey de Portugal, por lo que se le conoce como la "cuna del reino portugués". Subir a su torre principal permite contemplar una panorámica inigualable de la ciudad y comprender su importancia estratégica.

Junto al castillo, se encuentra el Palacio de los Duques de Braganza, una imponente residencia nobiliaria del siglo XV que destaca por su diseño borgoñón. Hoy, funciona como museo nacional y exhibe una colección de tapices, mobiliario y objetos de uso cotidiano de la nobleza portuguesa.

El Palacio de los Duques de Braganza, junto a la estatua de Afonso Henriques, primer rey de Portugal.(Fuente: Wikimedia Commons)
El Palacio de los Duques de Braganza, junto a la estatua de Afonso Henriques, primer rey de Portugal.(Fuente: Wikimedia Commons)

Otra parada esencial es la Iglesia de São Miguel do Castelo, una pequeña capilla románica donde, según la tradición, fue bautizado el propio Afonso Henriques. Allí se guarda la pila bautismal y, a pesar de su austeridad, el lugar rebosa simbolismo nacional.

Cómo llegar a Guimarães desde Vigo

  • Acceder a Autoestrada do Atlántico/AP-9V desde Av. da Beiramar.
  • Tomar AP-9, A3 y A11 hacia N105 en Guimarães. Tomar la salida en dirección a A7/Fafe/A11/Felgueiras/A24/V. Real/S.to Tirso de ER206.
  • Seguir por N105 hacia Av. Alberto Sampaio/N10

La distancia entre ambas ciudades es de 127 km. y el tiempo aproximado de viaje es de una hora 20 minutos.