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Ibiza se ha consolidado como uno de los destinos turísticos con playas más codiciados del Mediterráneo, especialmente durante los meses de verano. Lo que en invierno es una isla serena y apacible, se transforma en temporada alta en un hervidero de visitantes procedentes de toda Europa.

Sin embargo, entre todas las playas que ofrece este paraíso balear, hay una que brilla con luz propia por su ambiente exclusivo y su vida nocturna inagotable.

Playa de Bossa, epicentro del ocio en Ibiza

La playa de Bossa se encuentra a tan solo tres kilómetros del núcleo urbano de Ibiza y próxima al aeropuerto, lo que la convierte en una de las zonas más accesibles de la isla. Con una extensión de 2,7 kilómetros de fina arena dorada y aguas cristalinas, este enclave del sur ibicenco se ha convertido en el favorito de quienes buscan una escapada veraniega vibrante.

Este tramo de litoral ofrece paisajes de postal y una variada oferta de entretenimiento. Desde complejos hoteleros y bares de cócteles, hasta discotecas emblemáticas como Ushuaïa -reconocida por albergar a los DJs más aclamados del panorama internacional-, la playa de Bossa ha sido durante años punto de encuentro de celebridades, influencers y figuras del mundo del espectáculo.

Aunque la Torre de la Sal Rossa, una construcción defensiva del siglo XVI, aporta un toque histórico a la zona, el verdadero reclamo de este arenal reside en sus opciones de ocio. En uno de sus extremos se alza incluso un parque acuático, lo que refuerza su perfil como destino pensado para el entretenimiento en todas sus formas.

Sublimotion: alta gastronomía futurista junto al mar

Uno de los mayores atractivos de la playa de Bossa no es otro que Sublimotion, considerado el restaurante más caro del mundo. Ubicado en el Hard Rock Hotel, este espacio gastronómico de vanguardia está dirigido por el chef Paco Roncero, galardonado con dos estrellas Michelin. Su propuesta culinaria va más allá del paladar, combinando tecnología, arte y sensaciones en una experiencia que, según sus creadores, es "un viaje extrasensorial inolvidable".

Cada verano, este innovador concepto atrae a comensales dispuestos a pagar hasta 1.650 euros por persona, cifra que incluye una cena de autor y puesta en escena envolvente con proyecciones, música y efectos que transportan a quienes se sientan a la mesa. La fusión entre gastronomía y espectáculo ha colocado a Sublimotion en el centro del mapa foodie internacional, convirtiéndose en otro de los motivos por los que esta playa es sinónimo de exclusividad.

La suma de estos elementos -una playa de ensueño, una oferta de ocio imbatible y una cocina de lujo- hace de la playa de Bossa una visita obligada para quienes desean vivir Ibiza en su máxima intensidad.