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En la comarca de la Alcarria, se encuentra un destino perfecto cerca de Madrid para una escapada veraniega. En la provincia de Guadalajara, este pueblo conjuga historia, naturaleza y relax en un entorno único marcado por la presencia de los ríos Tajo y Cifuentes.

Durante los meses más calurosos, este pueblo se transforma en un oasis natural con cascadas urbanas, rutas de senderismo frescas y un balneario termal de renombre.

Trillo: un pueblo con cascadas urbanas y patrimonio histórico

Trillo ofrece un paisaje inusual en plena Castilla, donde el agua es protagonista. Las cascadas del río Cifuentes atraviesan el casco urbano del pueblo antes de desembocar en el Tajo, y el desnivel natural entre ambos cursos fluviales origina una serie de saltos de agua espectaculares. La más conocida es la Cascada del Chorrerón, con una caída de unos 15 metros, ideal para ser contemplada desde un mirador con vistas privilegiadas.

El recorrido que conecta las distintas cascadas es circular, corto y muy accesible, aunque cuenta con algunos tramos de escaleras y pasarelas metálicas. Es especialmente popular entre familias, ya que ofrece zonas de juegos infantiles y áreas para picnic junto al río, lo que convierte al entorno en un lugar perfecto para pasar el día al aire libre.

En las inmediaciones de las cascadas se encuentra también la Casa de los Molinos, considerada el edificio más antiguo del pueblo. Actualmente funciona como Centro de Interpretación de la Energía, y permite conocer la relación histórica de Trillo con el agua y su aprovechamiento a lo largo de los siglos. Muy cerca, el puente de un solo ojo -construido en el siglo XVI- ofrece una de las mejores vistas del entorno, especialmente al atardecer.

Una escapada con balneario para desconectar del ritmo de Madrid

Además de su riqueza natural y patrimonial, Trillo es famoso por su tradición termal. A orillas del río Tajo se alza el Real Balneario Carlos III, un hotel de cuatro estrellas que rinde homenaje a la historia del lugar. Fue en este enclave donde el monarca Carlos III ordenó levantar un balneario, y hoy su legado perdura en forma de moderno spa que combina tradición y bienestar.

El actual complejo cuenta con piscina de aguas termales minerales, circuito hidrotermal, jacuzzis, masajes y una amplia oferta de tratamientos estéticos. Las aguas de Trillo, declaradas de utilidad pública, son conocidas por sus propiedades curativas y su uso terapéutico desde tiempos antiguos.

El entorno natural, unido a la tranquilidad del pueblo y la calidad de sus instalaciones, convierten este rincón de Guadalajara en una opción ideal para recargar energías lejos del bullicio de la ciudad.