

Indra no tuvo el debut soñado en el Stoxx 600. El ingreso al índice bursátil que reúne a las 600 empresas europeas con mayor capitalización, coincide con una bajada de sus títulos a primera hora de la tarde del 3,01% en el Ibex 35, y se deja en el camino los tres dígitos de subida de este año, crecimiento que hasta ahora se redujo hasta el 93,56%.
Que los títulos de firma tecnológica, ahora fuertemente centrada en Defensa, encabecen los descensos es por culpa del acuerdo que alcanzó el Gobierno encabezado por Pedro Sánchez con la OTAN, pacto que le exime de gastar el 5% del PIB en Defensa. Esta prerrogativa se logró a cambio de cumplir con ciertos "objetivos de capacidad" para los próximos cuatro años. En concreto, España gastará un 2,1% del PIB, una décima más en relación al 2% actual, alza a la que se comprometió el Ejecutivo en abril.
Así las cosas, la caída de la acción de Indra en la sesión de hoy en cierto modo continúa con la que experimentó la semana pasada, cuando el Gobierno anunció su rechazo a aumentar su contribución a la Alianza Atlántica en cinco puntos porcentuales, suba exigida por Donald Trump, sin explicar las razones económicas que lo llevaron a establecer ese incremento en el gasto exigido a sus socios.

En última instancia, si bien el acuerdo alcanzado en subir poco más de un 1% el porcentaje el PIB que venía aportando España a la OTAN, es una noticia negativa para el sector español de la Defensa, también es cierto que podría haber sido mucho peor sin "la fumata blanca" a la que ambas partes llegaron ayer domingo.
Lo explicamos. Sin el acuerdo entre Sánchez y Mark Rutte, secretario General de OTAN, la poca contribución de España al presupuesto de la alianza defensiva habría provocado una drástica reducción de contratos para Indra, situación que la hubiese obligado a a aliarse o integrarse con las grandes compañías europeas para coger al menos parte del enorme flujo de dinero que regará el negocio de la Defensa en los próximos años.
De hecho, la multinacional que preside Ángel Ruiz, firmó con el gigante alemán Rheinmetall, un acuerdo para sumar esfuerzos y coordinar estrategias en el nuevo entorno al que debe acomodarse las compañías europeas de sector.
En este punto, hay que destacar que Ruiz, desde que asumió la presidencia de Indra, dejó en claro su apuesta por el trabajo coordinado entre las empresas de Defensa para aprovechar las sinergias, que pueden conducir a fusiones.
"Más allá del nivel de inversión que se acuerde, lo realmente importante es que Europa tomó la determinación de asumir su propia seguridad, de dotarse de las capacidades de disuasión que necesita para evitar cualquier posible amenaza. Y para ello, la Unión Europea (UE) está reforzando su base industrial, que deberá trabajar mucho más coordinada y con mayor eficiencia para incrementar el volumen de producción, recortar plazos y seguir innovando", manifestó ayer en una entrevista a El País.
Pero, hasta qué punto genera dudas el menor monto de dinero decidido por el Gobierno para la inversión militar.

Criterios dispares sobre la evolución de la acción
Entre los que prefieren ver la botella medio llena, está el analista de Bankinter Carlos Pellicer Vercher. Este experto recuerda el ingreso de Indra en el Stoxx 600 ya que "supone noticias positivas ya que la acción se incluirá en estrategias pasivas que repliquen el índice, dando algo de soporte a la cotización".
Asimismo, la visión positiva de Vercher también obedece en buena medida al aumento estructural del gasto en Defensa por parte de los gobiernos europeos como consecuencia de un entorno geopolítico más incierto. Porque a la guerra ya enquistada entre Rusia y Ucrania se añade, ahora, el posible conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán.

"Pero también por el mayor peso en el modelo de negocio de Indra del segmento de Defensa en el medio plazo, que presenta tasas de crecimiento en ventas mucho más dinámicas (TACC 24/26 +11%; excluyendo crecimiento inorgánico) que el resto de las divisiones y márgenes superiores (EBIT ~17% vs ~9% resto compañía)", explica.
Así pues, Vercher recomienda "comprar", con un precio objetivo de 36,80 euros por acción "que supone un potencial alcista de un 8,8% frente a los niveles actuales". Esto es un precio apenas, 0,65 euros menos en relación al valor en que se está cotizando la acción a primera hora de la tarde.
Vale recordar, además, que Indra recibirá un préstamo de 385 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que destinará en su mayor parte a Indra Technology Hub (ITH), un centro tecnológico integrado de última generación, previsto para 2026, que estará centrado en la investigación y desarrollo de tecnologías punteras para los negocios de Defensa y Aeroespacial.
En un punto intermedio entre ambas posturas se encuentra Banco Sabadell, que, si bien reconocen que la noticia "es negativa", para la compañía, ya que reduce el potencial adicional de crecimiento que podría venir de ese incremento extra del presupuesto en Defensa, no obstante, cree que, con el aumento ya producido, de más de 10.000 millones de euros, "Indra tiene potencial de crecimiento muy atractivo en el vertical, que actualmente representa un 21% de las ventas y un 38% del Ebtida".
Para XTB, "el pacto del Gobierno con la OTAN supone una cifra muy alejada del 5% que Trump estaba tratando de imponer como norma para todos los países de la organización", por otra parte, añade, "también se estaba descontando en algunas cotizaciones".
"Las acciones de Indra llevaban una subida de más del 100% en este 2025 y parte de este ascenso era porque el mercado descontaba un gasto en Defensa de España equivalente al 5% del PIB en los próximos años", concluye la casa de análisis".
Por último, la verticalidad de la subida desde principios de año, sitúa la cotización de Indra en línea con la valoración media del consenso del mercado, que, de acuerdo con los datos recopilados por LSEG, el conjunto de los analistas que cubre el valor baraja un precio objetivo medio de 33,39 euros por acción.












