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El mundo está lleno de secretos que, cuando emergen, despiertan fascinación y debate. Uno de los más sorprendentes se encuentra en Asturias, donde un modesto pueblo costero oculta bajo su paisaje una de las reservas de oro más grandes de Europa.

Las lagunas de Salave, en Tapia de Casariego, esconden cerca de 30 toneladas de oro, lo que representa alrededor del 10% de las reservas del Banco de España.

Este yacimiento ha atraído el interés de numerosas empresas durante décadas, aunque su explotación sigue siendo un tema controvertido con los habitantes de la zona.

Una mina de impresionantes riquezas

Tapia de Casariego es un pequeño municipio asturiano con alrededor de 3500 habitantes, cuyo subsuelo podría ser clave para redefinir su futuro económico. Las antiguas técnicas romanas ya sacaron provecho de este recurso, y hoy el potencial sigue intacto aunque sin explotar.

La empresa Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), filial de la australiana Black Dragon Gold, lidera el intento más reciente por explotar el yacimiento con un proyecto contempla una inversión de hasta 120 millones de euros, con la creación de 150 empleos directos.

EMC sostiene que su plan incluye medidas de extracción sostenibles con el entorno.

Por qué estas minas siguen sin ser explotadas

Oficialmente, el yacimiento está bajo la titularidad y control de EMC, que ha presentado propuestas formales para su explotación. Sin embargo, ninguna ha llegado a buen puerto: problemas ambientales, oposición política y falta de recalificación del suelo han bloqueado los avances.

El director general de EMC, José Manuel Domínguez, ha denunciado que el rechazo político se basa en prejuicios y miedo, y defiende que no existen fundamentos legales sólidos que justifiquen la paralización del proyecto.

No obstante, numerosos vecinos temen que la minería afecte negativamente al entorno y su calidad de vida.

Choque entre el proyecto y los vecinos

A pesar de esto, no todos comparten la visión económica del proyecto. La plataforma "Oro No", formada por vecinos, pescadores y ganaderos, ha presentado más de 1300 alegaciones en contra del plan.

Alegan que los estudios de impacto ambiental están incompletos o presentan falsedades, y temen que la minería ponga en riesgo los sectores sostenibles como la pesca, la agricultura y el turismo.

El modelo turístico local vive de ese entorno natural, donde se apuesta por una convivencia armónica entre paisaje y comunidad. Muchos temen que una explotación minera rompa ese equilibrio, generando contaminación, pérdida de biodiversidad y alteración del paisaje.

Un futuro incierto para esta mina de oro

Desde el punto de vista geológico y patrimonial, las lagunas de Salave representa uno de los yacimientos más notables de Europa Occidental. Algunos cálculos elevan sus reservas hasta 300 toneladas de oro, con estimaciones económicas en 3000 millones de euros.

Aun así, ningún proyecto ha salido adelante: Río Narcea Gold Mines fue rechazado en 2005, AsturGold en la siguiente década, y ahora EMC encuentra obstáculos similares.

Tapia de Casariego debe decidir si convierte ese oro en palanca de desarrollo o si opta por preservar su paisaje, su historia y su forma de vida. La respuesta marcará si esa mina pasa de ser un tesoro enterrado a una oportunidad real.