Deutsche Bank ha realizado las previsiones económicas para Europa de cara al 2023 y ha alertado acerca de varios indicadores.
"Estanflación" es el término que ha acuñado la entidad bancaria alemana, y con el que alude a la posibilidad de que se produzca en la Eurozona una doble recesión, con una breve salida a la llegada de la primavera.
"Estanflación": la previsión de Deutsche Bank para 2023
La entidad bancaria apuntó a una doble recesión marcadamente diferenciada en dos periodos. El primero, definido entre el último trimestre del 2022 y el primero del 2023, con los elevados costes de la energía, la posible recesión en Estados Unidos y el impacto de un ajuste monetario "sustancial".
El segundo período mientras que el segundo comenzaría después de una posible "salida en falso" durante la primavera y el verano, cuando la reactivación del turismo marcaría la mayor fase de crecimiento.
"Vemos dos riesgos para las perspectivas de crecimiento. Una es una recesión de ‘doble caída': la zona del euro emerge brevemente de la recesión antes de sucumbir a una nueva contracción en la parte final de 2023 a medida que aumentan los vientos en contra económicos", han detallado desde Deutsche Bank.
La inflación, un problema de largo plazo
De acuerdo con las previsiones del banco, la inflación es la causa principal del estancamiento de la economía previsto para 2023. "Es improbable que la inflación subyacente alcance claramente su punto máximo hasta que no pase algo más de tiempo. Los riesgos para la inflación son al alza, y las opiniones del mercado y del consenso sobre la inflación siguen siendo demasiado benignas", apuntaron.
En cuanto a los tipos de interés, los economistas del Deutsche Bank prevén que se mantengan en el 3% desde mediados de 2023 hasta mediados de 2024.
El bajo crecimiento previsto para España
En particular, la situación de España frente al nuevo año no es de lo más positiva. La última previsión realizada por el banco el pasado mes de noviembre fue de un 0,8% para el próximo año.
Pese a eso, es un valor que se sitúa por encima del crecimiento que prevé para el resto de las economías de la Unión Europea y para el conjunto de la región, por delante de otros países del sur como Portugal 0,1%, Grecia 0,3%, Países Bajos 0,5%.