El cuidado de mayores es un reto creciente en España. Ante el envejecimiento de la población, muchas familias deben asumir esa responsabilidad. Ante este panorama, Hacienda ha activado una nueva deducción en el IRPF.
En términos generales, quienes conviven con ascendientes mayores de 65 años pueden acceder a un incentivo fiscal pensado para aliviar la carga económica de familias que viven con sus padres, abuelos o bisabuelos.
El objetivo de esta medida es reconocer la labor de cuidado que realizan a diario, así como el impacto que estas tareas tienen dentro del presupuesto doméstico.
Quiénes pueden beneficiarse de esta medida
Los contribuyentes que convivan con personas mayores de 65 años podrán deducirse hasta 1150 euros anuales por cada ascendiente que cumpla los requisitos. El importe se incrementa si el familiar tiene más de 75 años: en ese caso, la cifra puede alcanzar los 2550 euros.
Podrán recibirlo las personas que cumplan las siguientes condiciones:
- El ascendiente debe tener 65 años o presentar una discapacidad del 33% o más.
- Debe convivir al menos la mitad del período impositivo (más de 183 días al año
- Sus rentas del año no pueden superar 8000 euros anuales, excluidas las exentas.
- No debe haber presentado declaración de IRPF si sus rentas superan los 1800 euros.
- En caso de fallecimiento durante el año, se mantiene la deducción completa.
Cuáles son los requisitos y excepciones de esta medida
Desde la Agencia Tributaria han aclarado que esta deducción se aplicará exclusivamente a los ascendientes en línea recta, es decir, padres, abuelos o bisabuelos, ya sea por consanguinidad o adopción.
En el caso de personas con discapacidad institucionalizadas, también se considerará que hay convivencia a efectos fiscales, aunque no residan en el mismo domicilio.
Para acceder a este beneficio, es esencial que los mayores no hayan superado los 8000 euros anuales en rentas no exentas, lo cual incluye, por ejemplo, las pensiones.
En cuanto a la declaración de la renta, si el ascendiente ha presentado IRPF y sus ingresos superan los 1800€, no podrá aplicarse la deducción. Además, la edad o grado de discapacidad que da derecho al beneficio debe cumplirse al 31 de diciembre del año fiscal correspondiente.
Este conjunto de requisitos busca garantizar que el apoyo económico llegue a quienes realmente lo necesitan y que exista una relación directa de dependencia económica entre el mayor y el contribuyente.
Cómo se puede solicitar esta deducción
Solicitar el beneficio es sencillo y se realiza directamente al presentar la declaración del IRPF:
En el borrador de la renta, incluir al ascendiente en el apartado correspondiente como mínimo por ascendientes.
Aportar certificaciones que acrediten la convivencia (padrón), la edad y, si procede, el grado de discapacidad.
Demostrar que el ascendiente no superó los límites de renta establecidos.
Si se desea, se puede optar por fraccionar el abono mes a mes, mediante solicitud en la web de la Agencia Tributaria.
La deducción se aplica de forma automática si se cumplen los requisitos, lo que reduce la cuota a pagar o aumenta la devolución del contribuyente.
Cómo es el impacto en el contexto social y económico
El envejecimiento progresivo de la población española, unido a la disminución de nacimientos, ha provocado una estructura poblacional donde los mayores de 65 años representan un porcentaje cada vez mayor.
Esta tendencia ha generado nuevas necesidades, tanto en el ámbito sanitario como en el familiar, y muchas veces son los hijos o nietos quienes asumen la responsabilidad del cuidado diario sin apoyo externo.
Con esta medida, Hacienda busca no solo reconocer ese esfuerzo invisible, sino también promover la convivencia intergeneracional y evitar la institucionalización innecesaria de personas mayores.
La deducción supone un alivio económico directo para quienes se ven obligados a ajustar su jornada laboral, asumir gastos de asistencia o adaptar su vivienda para hacerla accesible a un familiar dependiente.
Esta acción fiscal se alinea con un modelo de sociedad que prioriza el cuidado en el entorno familiar, permitiendo que los mayores envejezcan con dignidad en su propio hogar, y que quienes los cuidan reciban un respaldo real.
Una ayuda de Hacienda que impacta en muchos hogares
Con esta deducción, Hacienda refuerza su compromiso con políticas sociales inclusivas, orientadas a un envejecimiento digno y al refuerzo de la familia como núcleo de cuidado.
Según datos recientes del INE y de entidades sociales, el envejecimiento progresivo exige respuestas fiscales y sociales. Este incentivo busca paliar los desequilibrios generacionales y aliviar a quienes asumen el cuidado directo de mayores en su entorno.