La interacción con nuestros gatos a través de caricias es una actividad que genera beneficios tanto para nosotros como para nuestros amigos felinos. Diversas investigaciones a nivel mundial han evidenciado las razones por las cuales esta conexión resulta tan placentera y ventajosa.
Ventajas para los gatos de los mimos humanos
La ciencia ha demostrado que acariciar a un gato produce efectos beneficiosos tanto para el felino como para el ser humano. Los gatos experimentan placer al recibir caricias y buscan nuestro contacto porque les evocamos a su madre. Las caricias replican el roce de la lengua materna sobre su piel, brindándoles una sensación de bienestar y seguridad.
Esta interacción, que forma parte del proceso de domesticación, mantiene a los animales en un estado juvenil, lo que les permite disfrutar de las caricias a lo largo de toda su existencia. El ronroneo que emiten durante las caricias es un claro indicador de relajación y bienestar y puede interpretarse como una manifestación de su contento y felicidad.
Ventajas de tener gatos en la casa
Salud psicológica mejorada
Diversos estudios han evidenciado que los propietarios de gatos experimentan una salud psicológica superior. Se sienten más felices, más seguros, menos ansiosos y enfrentan con mayor eficacia los desafíos de la vida en comparación con aquellos que no poseen mascotas.
Asimismo, los niños que desarrollan un vínculo sólido con sus gatos suelen disfrutar de una calidad de vida más elevada, sintiéndose más enérgicos, atentos y menos solitarios.
Alivio del estrés y mejora de la salud cardíaca
Tener un gato en el regazo, disfrutando de su calidez y ronroneo, representa una de las formas más efectivas de aliviar el estrés. Las investigaciones indican que los dueños de gatos presentan una menor frecuencia cardíaca en reposo y niveles de presión arterial más bajos antes y durante situaciones estresantes, además de recuperarse físicamente con mayor rapidez tras estas experiencias. Los gatos ofrecen un efecto calmante notable, a menudo superior al de otras figuras de apoyo significativas.
La investigación -publicada en Greater Good Magazine, de la Universidad de Berkeley- sugiere puntualmente que los gatos no solo dependen de nosotros, sino que también nos brindan consuelo.
Estas pequeñas criaturas peludas actúan como una presencia constante que puede hacer que nuestras preocupaciones y ansiedades resulten menos abrumadoras. La compañía de un gato, con su indiferencia hacia las inquietudes del mundo, puede ayudarnos a poner nuestras propias preocupaciones en perspectiva.