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Los grupos parlamentarios del PSC, JxCat, ERC, Comunes y la CUP, que representan cerca del 80 % de la cámara catalana, han rubricado este miércoles el acuerdo para reeditar el cordón sanitario a la extrema derecha de la pasada legislatura, que busca "cerrar el paso" y "aislar" a Vox y Aliança Catalana.

El diputado del PSC, Ferran Pedret, la de JxCat, Judith Toronjo, la de ERC Najat Driouech, el de los comunes Andrés García Berrio y la de la CUP, Laure Vega han comparecido en el Parlament para escenificar la firma del acuerdo.

Por el que los cinco grupos se comprometen a no aceptar

"ni por acción ni por omisión los votos de la extrema derecha para formar una eventual mayoría de investidura ni de gobierno" y rechazar sus iniciativas.

Comisión de seguimiento: un diputado de cada grupo

El elemento más novedoso del actual acuerdo es la constitución de una comisión de seguimiento que estará formada por un diputado de cada grupo firmante y en la que también podrán participar representantes de la entidad Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR) y otras asociaciones de la sociedad civil.

Los firmantes también han acordado evitar que la extrema derecha tenga presencia en ningún órgano de gobierno del Parlament (ni la Mesa de la cámara, ni las mesas de las comisiones ni grupos de trabajo), al tiempo que se evitará su presencia "en los nombramientos sobre los que el Parlament tiene potestad estatutaria o legislativa".

Los argumentos de los diputados ¿a favor o en contra?

En este sentido, la diputada de ERC ha destacado que el cordón sanitario "ya ha empezado a funcionar" esta legislatura, con el acuerdo para el reparto de los senadores de designación autonómica y la constitución de las primeras comisiones parlamentarias, donde ni Vox ni Aliança Catalana han obtenido ninguna silla.

Por su parte, Pedret ha admitido que las distintas experiencias a nivel europeo de cordones sanitarios a la extrema derecha "no han demostrado enormes éxitos".

Pero ha enfatizado que "lo que es seguro es que lo que no se puede hacer es dejar de combatir estas ideas" y ha destacado que, la pasada legislatura, este pacto logró que no prosperara ninguna de las iniciativas de Vox.

Desde JxCat, Toronjo ha celebrado que este "acuerdo antifascista" reúna a cinco grupos que suman 107 de los 135 diputados del Parlament, lo que representa casi el 80 % de la cámara y ha llamado a "no normalizar ni legitimar la acción política de la extrema derecha".

Berrio ha defendido este tipo de acuerdos amplios para "minimizar el impacto de la extrema derecha en el Parlament" y defender los principios democráticos y los derechos humanos "ante la actual ola reaccionaria".

En la misma línea, Vega ha celebrado el acuerdo, aunque ha sostenido que es tan solo "un pequeño paso" y ha avisado que la extrema derecha "seguirá existiendo mientras haya desigualdades".

¿Llega la convocatoria a Vox y a Aliança Catalana?

Con el fin de "no normalizar a la extrema derecha" el acuerdo también contempla acciones como no convocar a Vox ni a Aliança Catalana cuando se "realicen encuentros entre grupos parlamentarios para abordar temáticas concretas", así como rechazar sus iniciativas o "evitar buscar su acuerdo para tumbar o hacer prosperar" determinadas votaciones.

Otro de los objetivos de estas cinco formaciones es "institucionalizar el compromiso feminista y antirracista del Parlament", lo que incluye mantener el recuento de fallecidos en el mar Mediterráneo y de asesinatos machistas o "reformar el reglamento para prever sanciones en caso de que no se firme el Compromiso contra la discriminación y el acoso".

Fuente: EFE