Durante años, el consenso internacional sostuvo que la pandemia de COVID-19 tuvo su epicentro en la ciudad china de Wuhan. Sin embargo, nuevas investigaciones oficiales vuelven a poner en tela de juicio esta versión.
Este miércoles, el Consejo de Estado de China publicó un extenso libro blanco en el que no solo defiende su actuación durante los primeros meses de la pandemia, sino que también acusa a Estados Unidos de ocultar información clave y politizar el debate sobre el origen del virus. Según el documento, existen evidencias que respaldan la posibilidad de que el SARS-CoV-2 circulara en territorio estadounidense antes de su detección oficial en China.
A la par, un informe final elaborado por el Subcomité Selecto sobre la Pandemia de Coronavirus del Congreso de Estados Unidos, controlado por los republicanos, refuerza la teoría de una filtración en laboratorio.
Tras dos años de investigaciones, más de un millón de páginas revisadas y más de 30 entrevistas, el panel concluyó que "el peso de la evidencia apoya cada vez más la hipótesis de la fuga de laboratorio". Lo llamativo es que tanto el documento chino como el estadounidense coinciden en señalar inconsistencias en la versión oficial y la necesidad de profundizar las investigaciones.
Origen del COVID-19: las pruebas que apuntan a Estados Unidos
El libro blanco difundido por el gobierno de China descarta la hipótesis de que el virus haya escapado del Instituto de Virología de Wuhan, donde se identificaron los primeros casos en diciembre de 2019.
"Consideramos extremadamente improbable que el SARS-CoV-2 se haya originado o haya sido liberado desde un laboratorio en Wuhan", subraya el texto, que además remarca la cooperación "con fuerte sentido de responsabilidad global y transparencia" de China con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por el contrario, Pekín acusa a Washington de estigmatizar a China y de utilizarla como "chivo expiatorio". Según el documento, existen indicios de circulación temprana del virus en suelo estadounidense, entre ellos brotes de neumonía y enfermedades respiratorias inusuales en varios estados durante 2019, casos de afecciones pulmonares vinculadas al vapeo, estudios serológicos realizados en instituciones locales y "más de una docena de incidentes" registrados entre 2006 y 2020 en laboratorios que manipulaban coronavirus y otros patógenos.
"El informe concluye que debería llevarse a cabo una investigación exhaustiva sobre los orígenes del virus en Estados Unidos", exige el Consejo de Estado. Además, subraya que "Washington debe proporcionar una respuesta responsable ante la preocupación legítima de la comunidad internacional".
Lo que revela el informe del Congreso de Estados Unidos
El Subcomité Selecto sobre la Pandemia de Coronavirus del Congreso estadounidense también pone el foco en el Instituto de Virología de Wuhan. Sin embargo, introduce un dato clave: la participación de la organización estadounidense EcoHealth Alliance, que trabajaba junto al laboratorio utilizando fondos públicos.
Según el informe, ambos llevaron adelante experimentos de "ganancia de función" -modificación de virus para hacerlos más transmisibles y letales- que habrían derivado en la pandemia.
"El SARS-CoV-2 probablemente surgió debido a un accidente relacionado con el laboratorio o la investigación", sostiene el informe, que acusa tanto al gobierno chino como a agencias estadounidenses y a miembros de la comunidad científica de un posible encubrimiento. Además, revela que "investigadores del laboratorio se enfermaron con un virus similar al COVID en el otoño de 2019, meses antes de que se descubriera oficialmente el virus".
El panel también menciona que el Departamento de Justicia de Estados Unidos investigó en secreto a una empresa con sede en Nueva York buscando pistas sobre los orígenes del virus y una posible conducta criminal.
La OMS mantiene abiertas todas las hipótesis
Aunque las tensiones diplomáticas crecen, la Organización Mundial de la Salud sigue sin cerrar ninguna hipótesis. "Continuamos haciendo un llamamiento a China para que comparta datos y brinde acceso con el fin de que entendamos los orígenes de la COVID-19", expresó la agencia sanitaria en un comunicado reciente. También advirtió que "sin transparencia y cooperación entre países, el mundo no podrá prepararse para futuras epidemias y pandemias".
Científicos consultados por la OMS han coincidido en que si bien la hipótesis más probable sigue siendo el salto del virus desde animales a humanos,"todas las teorías siguen abiertas". En palabras de la bióloga molecular Alina Chan, citada en el informe del Congreso: "Cuatro años después del inicio de la peor pandemia en un siglo, si hubiera evidencia de un origen natural, ya habría salido a la luz".
Con información de EFE.