

La movilidad de las personas mayores es un tema que siempre es relevante en España, en especial si se considera el envejecimiento de la población. Mantener la autonomía y la seguridad vial de los conductores senior es fundamental para su bienestar y el de todos los usuarios de las vías.
En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado la "Guía de Consejo Sanitario Vial para el conductor mayor y su entorno próximo", con el objetivo de proporcionar herramientas tanto a los conductores mayores como a sus familiares para gestionar de manera adecuada la continuidad o cese de la conducción en función de sus capacidades.
Evaluación personalizada de las capacidades al volante
La DGT enfatiza que no existe una edad límite para conducir; sin embargo, las capacidades psicofísicas pueden verse afectadas con el paso del tiempo. Por ello, se recomienda iniciar una vigilancia especial de la salud y su impacto en la conducción a partir de los 70-75 años.

Para facilitar esta evaluación, la guía incluye dos cuestionarios prácticos, uno dirigido al conductor mayor y otro a sus familiares, que abarcan tres áreas principales:
Cognitiva y emocional: dificultades para realizar múltiples tareas, episodios de desorientación o cambios de humor sin motivo aparente.
Física: problemas de visión, audición o coordinación motora que puedan afectar la conducción.
Específica de conducción: incidentes recientes al volante, dificultad para adaptarse a nuevas señales o infraestructuras viales.
Estos cuestionarios permiten identificar señales de alerta y determinar si es necesario adaptar la conducción o, en casos más graves, considerar su cese.
Recomendaciones para una transición respetuosa
La DGT aconseja a los familiares abordar el tema de la conducción con los mayores de manera respetuosa y considerada, evitando prohibiciones drásticas que puedan generar sentimientos de ataque o castigo.
La guía sugiere elaborar un plan que incluya alternativas como limitar la conducción a un radio específico desde el domicilio, evitar la conducción nocturna o en condiciones meteorológicas adversas, reducir la velocidad máxima permitida y fomentar el uso de transporte público o compartir viajes con otros conductores.
Estas medidas buscan mantener la autonomía del conductor mayor mientras se garantiza su seguridad y la de los demás usuarios de la vía.

Importancia de las revisiones médicas periódicas
Además de las evaluaciones personales y familiares, es esencial que los conductores mayores se sometan a revisiones médicas periódicas para asegurar que mantienen las aptitudes necesarias para una conducción segura.
En España, aunque no hay una edad máxima para conducir, a partir de los 65 años se reduce la vigencia del permiso de conducir, lo que implica renovaciones más frecuentes y controles médicos más habituales.
Estas revisiones permiten detectar a tiempo posibles deterioros en las capacidades físicas o cognitivas, facilitando la implementación de medidas preventivas o correctivas que contribuyan a una movilidad segura y adaptada a las condiciones individuales de cada conductor.















